Tras dos años de acogida y convivencia con Lida, una niña de diez años ucraniana, Encarna Porcel y su marido están a la espera de conocer si la niña podrá volver a estudiar en Palma tras una nueva ley en Ucrania que establece que los niños tutelados por el Estado no pueden viajar para estudiar en España.

Encarna es auxiliar de enfermería y vive junto a su marido taxista en Palma. No podían tener hijos y decidieron apuntarse a la asociación Un Somriure per Txernòbil, en busca de ofrecer un hogar y "mucho cariño" a una niña. En 2015 el matrimonio acogió a una pequeña huérfana para darle alimento, control y tratamiento sanitario necesario, una armonía familiar y diversión durante su estancia. La niña ucraniana Lida no tiene seguro de Responsabilidad Civil, seguro de decesos y tampoco Seguridad Social, por lo que los padres de acogida, Encarna y su marido, al no tener ninguna subvención, sufragaron los gastos de la menor.

La niña volvió a Ucrania por permisos de visado y así tener la posibilidad de volver el 9 de septiembre de 2016, con el fin de iniciar el curso escolar en el colegio público de Génova, en Palma. Durante el periodo escolar, Lida consiguió en sus calificaciones cuatro sobresalientes y cinco notables. Su madre de acogida dice que es muy lista y tiene un gran potencial. La pequeña durante un año aprendió castellano y catalán, y en su tiempo libre practicó multitud de actividades extraescolares desde equitación, bici, baloncesto y hasta bailes de salón. "En Ucrania se reían de mí por no tener papá y mamá", decía Lida a su madre de acogida española. "No le importaba lo material sino lo familiar", afirma Encarna.

El veintisiete de junio de este mismo año Encarna y Lida se despidieron con la esperanza de volver a verse en septiembre, y así, iniciar el nuevo periodo escolar. Sin embargo, recientemente se ha aprobado una nueva ley en Ucrania en la que los niños tutelados por el Estado no pueden viajar para estudiar en España, como es el caso de Lida. Encarna dice que es una "incongruencia" ya que se comprometió ante notario que no podía echarse para atrás.

Incertidumbre en el futuro

A día de hoy, Lida estudia cuarto de primaria en Ucrania, a la espera de conocer si la el Servicio de Menores aceptará que pueda volver con sus compañeros mallorquines y su familia de acogida. Mientras tanto, Lida junto a Encarna y su marido mantiene contacto por videollamada. "Normalmente hablamos todos los días, tres o cuatro veces", y "la niña llora porque quiere volver y nos echa de menos", añade Encarna.

El abogado de lapareja hablará con el Servicio de Menores de Ucrania para explicarle que "el bienestar de Lida puede estar por encima de cualquier ley", concluye Encarna.

La asociación les ofrece la posibilidad de acoger a otro niño, pero esta pareja no quiere a otro niño que no sea Lida. "Viajaré hasta Ucrania si hace falta", concluye Encarna.