-La última estimación de su patronal apunta a que en Mallorca han podido circular durante este año unos 100.00 coches de alquiler. ¿Es necesaria una flota tan abultada?
-Los datos de que disponemos nos indican que en Mallorca pueden estar circulando entre 90.000 y 100.000 vehículos de alquiler, a los que hay que sumar otros 15.000 en Eivissa, unos 3.000 en Formentera y unos 14.000 o 15.000 en Menorca, aunque es difícil saber las cifras exactas porque las grandes empresas tienen sus direcciones en Madrid y no sabemos cuantos coches destinan a las islas.
-¿Esas cifras tienen lógica?
-Balears no necesita todo esto y además no lo tendría si no fuera por la publicidad engañosa que practican algunas grandes compañías del sector, que ofertan por internet coches por tres o cuatro euros diarios, cuando realmente el cliente se ve obligado a pagar luego mucho más. Pero este tipo de prácticas multiplican las reservas, y ahí estamos nosotros, intentando que esto no suceda.
-¿Qué flota sería la adecuada para Mallorca?
-Hasta el año, 2006 o 2007 tenía unos 50.000 vehículos, lo que supone que ahora hay el doble de lo necesario. Es como si le dijeramos a los hoteleros que vamos a duplicar la actual cifra de establecimientos: su respuesta sería que es absurdo y que supondría abrir una guerra total entre ellos. En cambio, con los coches se ha permitido.
-Usted siempre ha denunciado el negocio que muchas grandes empresas de alquiler hacen con la posterior reventa de esos vehículos usados, también como explicación de la elevada flota implantada en las islas. ¿Por qué es tan rentable?
-Estas grandes empresas pueden comprar alrededor de 30.000 vehículos para toda España, para luego alquilarlos en Balears, Cataluña, la zona del Levante y en Andalucía sobre todo. A un cliente que adquiere semejante volumen de automóviles le hacen un 30% o un 40% de descuento. Los hacen circular durante tres o cuatro meses con publicidad engañosa en los precios, y luego los exportan a principios de septiembre. Los dan de baja en Tráfico y como la exportación no lleva IVA, reclaman a Hacienda la devolución del que pagaron. Una vez que, por ejemplo, los coches están en Alemania, los venden más baratos que en ese país pero con beneficio gracias a ese descuento del 30% o el 40% que el fabricante les hizo al comprarlos en España. Las ganancias son muy importantes y el problema es muy grave. Pero si esto se hace legalmente, Aevab no se puede meter. Donde sí nos podemos enfrentar a estas empresas es en la publicidad engañosa que practican cuando trabajan en las islas. "Hay que estudiar la posibilidad de fijar un límite de coches de alquiler por cuestiones territoriales"
-A la vista de estos datos ¿tienen razón los que señalan al sector del rent a car como uno de los responsables de la saturación que se vive en la isla?
-Este colapso en Palma, por citar un ejemplo, cuando se da a las 8 de la mañana en los accesos a la ciudad no tiene nada que ver con los coches de alquiler. Se debe a las deficientes infraestructuras que tiene la red viaria de Mallorca. Hay muchas obras que siguen sin estar acabadas, y que hacen que la imagen sea penosa. Pero sí es verdad que los problemas que se detectan a partir de las 10,30 los días nublados están provocados por la avalancha de turistas que aprovechan para visitar la ciudad. El Aquarium de Can Pastilla también se colapsa en los días con nubes. Pero el problema fundamental es que acumulamos cinco años de retraso en la mejora de nuestras infraestructuras viarias.
-¿El alquiler turístico de viviendas también esta relacionado con este boom de los coches de alquiler?
-El alquiler turístico necesita que haya controles, igual que se controlan las plazas hoteleras. A mi sector no le beneficia en exceso porque es gente, y espero no ofender a nadie, con poco dinero para gastar y que en casas de dos habitaciones se meten ocho. Esta bien que la conselleria de Turismo haya entrado en esta cuestión.
-¿Que hay que hacer para reducir la flota de coches de alquiler a unas dimensiones adecuadas?
-El Govern ha puesto en marcha un estudio para analizar cómo encajar una solución, aunque es complicado. Quizás se podría justificar la aplicación de límites por cuestiones territoriales. Estamos en Europa y es un mercado libre, pero no todo vale, porque los coches emplean carreteras, aparcamientos y, entre comillas, molestan. Hay que estudiar la posibilidad de fijar un número máximo alegando que las islas tienen un territorio limitado. Es algo que hemos hablado con todos los políticos y es necesario encontrar una solución entre todos en el Parlament. En cualquier caso, solo poniendo coto a la publicidad engañosa de las grandes empresas se lograría paliar este problema y hacer que desaparecieran 25.000 o 30.000 coches. No hay que olvidar que estos grandes rent a car que saturan el sector son en realidad fondos de inversión que adquieren estas firmas para luego revenderlas con elevados beneficios. "Los fraudes en el sector balear del ´rent a car´ los cometen diez o doce grandes empresas, no más"
-La conselleria de Turismo se queja de que la mayoría de las empresas de alquiler no dan información sobre sus vehículos para registrarlos.
-Hay que darse de alta en Turismo y hay que dar de alta los coches que tenemos, y sancionar al que no lo haga. Si no basta, hay otros medios, como instalar una etiqueta que pueda controlar la Guardia Civil y multar de forma importante a los coches que estén circulando sin ella y se destinen al alquiler. Así evitaríamos los coches piratas. Es algo que estábamos negociando con el Govern y no sé por qué aún no se ha puesto en marcha.
-El actual Govern planteó implantar una tasa en su sector para frenar la llegada de vehículos, y ya tuvieron un problema con el primer Ejecutivo de José Ramón Bauzá por intentar elevarles la presión fiscal. ¿Su sector está en el punto de mira siempre?
-Ya hemos hablado con la consellera de Hacienda, Catalina Cladera, y no se puede poner una tasa al rent a car. Así hemos quedado y confiamos en que será rigurosa. Ponernos una tasa no soluciona nada.
-Usted afirmaba antes que buena parte de los colapsos de tráfico se deben al déficit de infraestructuras viarias. ¿No hay también un déficit de transporte público?
-El problema es que el transporte público no es rentable. Quizás en julio y agosto sí por el enorme volumen de visitantes que tenemos, pero luego llega el invierno y no va nadie, más que los cuatro vecinos de cada pueblo. Si ponemos 40 autocares más en verano ¿qué hacemos luego con ellos y con los chóferes cuando llegue el invierno? Un transporte público para tres o cuatro meses resulta inviable.
-Globalmente, su sector es uno de los que más denuncias recibe ante Consumo. ¿Quién comete los fraudes?
-No hay más que buscar en internet 'denuncias rent a car' y te hinchas de leer quejas de clientes, casi todos españoles. Porque los alemanes y los británicos lo que hacen es denunciar los engaños ante los medios de comunicación de sus países. Es un sinfín de aberraciones.
-¿Pero quién las comete?
-Hablamos de diez o doce empresas, no más, que suelen ser las grandes, pero no todas, porque hay multinacionales que están haciendo las cosas bien. Puedo dar nombres: Enterprise hace las cosas bien y no quiere que en España se emplee la competencia desleal. Está a nuestro lado para intentar que se erradiquen los fraudes. "Si yo fuera político hay negocios de la Platja de Palma o Magaluf que ya habría cerrado"
-¿Cuáles son los engaños más habituales?
-Por ejemplo, se ofrecen precios bajísimos pero a la hora de la verdad se multiplica por el seguro a todo riesgo o la gasolina. Lo primero que hay que decir es que no se pueden anunciar precios de bajo coste porque son ilegales, pero nadie hace nada. Inicialmente te piden tres euros diarios por el coche, pero luego te aplican 30 más por día por el seguro a todo riesgo. Si no lo quieres, te dan un coche 'marcado', que tiene golpes en sitios poco visibles, incluso en los bajos del vehículo, alegan que el cliente lo ha provocado y luego le retienen en la tarjeta de crédito de 1.000 a 1.500 euros. Y ese mismo coche se va a asignar al próximo cliente que no quiera pagar el seguro. Por eso, y tras una experiencia de ese tipo, todos los turistas terminan contratando ese seguro. El problema es que los clientes acaban pensando que todos les vamos a engañar, y eso es algo muy grave para el sector. Nos echan toda la basura al resto de empresas. Y si buscamos en internet, veremos que no hay quejas contra las pequeñas y medianas compañías.
-¿Qué debe de hacer un cliente que piensa que le han engañado?
-Si es español, acude a Consumo. ¿Pero qué hacemos si es extranjero? Esa es la estrategia de los que engañan.
-Ustedes pactaron con el Govern un código de buenas prácticas que la patronal de grandes empresas y algunos desus socios no han querido firmar.
-Ese código obliga a todo el mundo a respetarlo, se firme o no. No se puede seguir engañando a la gente. Y si no lo cumplen, deberán atenerse a las consecuencias.
-Los firmantes superan una inspección y se les concede una identificación para que el cliente tenga más garantías.
-Es un indicativo que se va a promocionar. Tengo que agradecer a la consellera de Salud y al director general de Consumo el gran esfuerzo que se ha hecho, porque sus funcionarios han ido empresa por empresa para confirmar que actúan correctamente y conceder ese indicativo. Ahora falta la segunda parte, que es la de promocionarlo y la de sancionar a los que no cumplan con la ley.
-La Inspección de Consumo cuenta con muy poco personal.
-Lo que debe de hacerse es controlar los precios que se ofrecen por internet, para ver si se siguen haciendo ofertas demasiado baratas, y luego ir a vigilar a esa empresa. Creemos que se van a acabar los engaños a la gente, y veremos como se reduce de forma significativa la cifra de coches de alquiler que circulan por las islas.
-Cambio de tercio. Su sector está directamente vinculado a la actividad turística. ¿Qué balance hacen de esta temporada?
-El año pasado fue bueno, pero éste no lo ha sido tanto. Hay que tener en cuenta que con la llegada masiva de flota de las grandes empresas, las pequeñas y medianas nos enfrentamos a una competencia excesiva. Este año hemos visto algo que no había pasado nunca: este pasado agosto han sobrado coches en Eivissa. "El alquiler turístico necesita que haya controles, igual que se controlan las plazas hoteleras"
-Pero su ventaja es que al margen del volumen de trabajo en pleno verano, la temporada se está alargando.
-Es muy bueno porque los grandes terminan la temporada el 15 de septiembre, y nos dejan solos para trabajar lo que queda de este mes, octubre y parte de noviembre. Los hoteleros están haciendo un gran trabajo para que la temporada no sea tan corta.
-¿Los grandes beneficiados del boom turístico son los hoteleros porque son los únicos que han podido subir sus precios de forma acentuada?
-Por el tema de la competencia, las empresas isleñas de rent a car llevamos unos seis años sin poder subir nuestros precios, pese a que nuestros costes sí han aumentado. Estamos aguantando. Y hay un tema del que no hemos hablado, pero hay zonas en las que sobra gente. Si yo fuera político, hay locales de la Platja de Palma o de Magaluf que ya habría cerrado. Yo tengo negocios en la primera de estas zonas y en 1982 era una maravilla, pero comenzaron a llegar algunos empresarios de ocio con un producto de bajísima calidad que se han cargado todo esto. Los establecimientos que sobran se tienen que cerrar, porque estamos dando una imagen lamentable. Los políticos prometieron mucho pero en Platja de Palma no han cambiado ni una bombilla y es absurdo de que esta zona no disponga de aparcamientos públicos. Eso impide que se alquilen coches durante más de un día porque no hay donde dejarlos.
