El juez Penalva ha abierto una nueva pieza separada derivada de la investigación principal del caso Cursach, que afecta únicamente al empresario. Se trata de una pieza por un presunto delito de tenencia ilícita de armas, debido a que en el registro que se realizó en su domicilio de Puntiró, el pasado mes de febrero, la Policía localizó un arma sobre la que Cursach no disponía de licencia. Se trataba de un escopeta, que el magnate del negocio de la diversión guardaba bajo el colchón de la cama de su dormitorio principal.

La escopeta, en perfecto funcionamiento, también contaba con munición que fue localizada en una estantería ubicada en otra dependencia de la vivienda.

El juez instructor concluye que este supuesto delito de tenencia ilícita de armas, nada tiene que ver con la investigación principal, en la que se intenta aclarar las graves acusaciones que pesan en estos momentos sobre el empresario. La instrucción sobre esta pieza separada está prácticamente concluida, entre otras cosas porque las pruebas que se deben practicar son mínimas, dado que se ha comprobado que Cursach no disponía de licencia de armas y que la escopeta intervenida carecía de la documentación que pudiera demostrar que era suya.

El siguiente paso antes de que el caso llegue a juicio es que el fiscal Subirán presente el correspondiente escrito de acusación, que con toda seguridad exigirá una sanción por la presunta autoría de dicho delito.

El juicio podría celebrarse en relativamente poco tiempo y se apunta a que podría convocarse para finales del mes de octubre. Si esta previsión se confirma sería la primera vez que el empresario se sentará en el banquillo de los acusados. Desde que está en prisión únicamente se le ha visto en una ocasión. Tuvo que declarar como testigo, a través de videoconferencia, en un juicio por amenazas y lo hizo desde la cárcel donde está recluido.