Podemos libró ayer finalmente a Biel Barceló de la reprobación. Los socios del Govern se abstuvieron de censurar al vicepresidente, tras condicionar su voto a que el PP aceptara hacer lo mismo con su líder, Biel Company, y que los populares lo rechazaran. Barceló pasó a un papel secundario en un debate marcado por el enfrentamiento entre Podemos y el PP. Con 22 votos a favor, 24 en contra y 11 abstenciones, la reprobación contra el vicepresidente naufragó.

El pleno del Parlament debatió ayer la iniciativa del PP para reprobar a Barceló por los contratos adjudicados desde varias consellerias de Més al estratega electoral del partido Jaume Garau. Pese a que Podemos se había manifestado hasta la fecha partidario de reprobar al vicepresidente, al que le ha llegado a pedir la dimisión, ayer evitó apoyar la iniciativa del PP y se limitó a "reprobarle moralmente", en palabras de la portavoz del grupo Laura Camargo.

La formación morada condicionó su apoyo a la reprobación a que el Partido Popular aceptara reprobar también a su presidente, Biel Company, a que este tuviera que comparecer por los 153.000 euros ingresados irregularmente en la campaña electoral de 2007, y a que el partido admitiera que su actuación ante el caso de la Policía Local no ha sido "suficiente". Condiciones que la propia portavoz podemita asumía antes de la votación que el PP no aceptaría, y que, efectivamente, rechazó.

"Pensamos que el PP no puede reprobar sin antes reprobarse", explicó su postura Camargo durante el debate, para, no obstante, explicar que "el señor Barceló tiene nuestra reprobación moral y nuestra desconfianza por su política turística". "Pero no hay mayor reprobación", prosiguió la portavoz podemita, "que la reprobación social del movimiento ecologista, que habla de la saturación como efecto Barceló", sentenció.

El PP proponía la reprobación de Barceló "como máximo responsable de Més en el Govern" por los contratos a Garau. El diputado popular Juan Manuel Lafuente denunció que, pese a las dimisiones de la exconsellera de Cultura Ruth Mateu y parte de su gabinete, "hasta la fecha ha sido imposible saber quién y cómo ordenó contratar a Garau y si el señor Barceló dio la orden de que no se hiciera, ¿por qué no se ha cesado a los cargos que sí lo hicieron?".

Sin embargo, salvo por algunas intervenciones, Barceló y los contratos a Garau pasaron a un segundo plano. Populares y podemitas se enzarzaron en un debate de 'y tú más' lanzándose las causas judiciales de los miembros de sus partidos. "El PP debe limpiarse por dentro antes de venir a está cámara a dar lecciones", cargó Camargo contra los populares: "Enhorabuena por su muestra de cinismo político", reprochó la portavoz de Podemos, citando "sus más de 60 casos de corrupción".

Ante ello, la portavoz del PP, Marga Prohens, en un turno de intervención por alusiones concedidos por el presidente del Parlament, Balti PicornellBalti , respondió que "hemos tenido casos de corrupción y siempre hemos acatado las sentencias", para pasar a continuación a citar todos las polémicas judiciales de Podemos, incluyendo a "Jarabo, conocido defraudador", por los ingresos no declarados por el subarrendamiento de su casa en Son Serra. "No me puede comparar los casos", replicó Laura Camargo en otra intervención por alusiones.

Abril trajo jabón al PP

Otro de los momentos de tensión lo protagonizaron David Abril, de Més, y la diputada del PP y exconsellera de Jaume Matas, Mabel Cabrer. Después de que el econacionalista pusiera jabón sobre la tribuna para que el PP "se limpie" y de cargar contra la parlamentaria por la polémica adjudicación en 2006 del Port d'Andratx, la popular llamó "sinvergüenza" a Abril: "Tú a mí me pedirás perdón", gritó Cabrer al portavoz de Més antes de intervenir en un tercer turno por alusiones.

Con la abstención de Podemos y de el Pi, que insistió ayer en que no veía más que "incoherencias" por parte de Barceló, y los votos en contra de PSIB, Més y Més per Menorca; los votos del PP, Ciudadanos y la exdiputada podemita Montse Seijas no bastaron para reprobar al vicepresidente.