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Podemos aprueba a Barceló

Podemos aprueba a Barceló

La imagen del Govern no demuestra el cinismo sino la ingenuidad de una izquierda que nunca acaba de creerse que ha alcanzado el poder. Los votantes ya reprobaron con énfasis al PP mallorquín, al negarse en masa a votarlo. A cualquiera se le ocurriría una razón diaria para reprobar a Biel Company, pero convendría aguardar a que vuelva a gobernar. El líder silenciado de la derecha no emociona ni cuando se inventa la solución a la crisis de la Xylella, una plaga propagada desde su conselleria. Los almendros que sobrevivieron a Company morirán sucesiva y no instantáneamente, albricias.

Si Podemos no reprueba a Biel Barceló tras haberlo anunciado y con razones sobradas, el partido de la integridad está aprobando ruidosamente la política contractual de Més. Se suponía que Podemos llegó para manejar la artillería y no las artimañas, para eso ya se contaba con UM. El único consuelo es que Més no puede reprobar a nadie, absorbido por la recolocación de los altos cargos que va expulsando por sus oscuros manejos. Así en Ada Colau como en Laura Camargo, se advierte más postureo que decisión en el último Podemos. Ahora no interrumpirían desahucios, para no contrariar a la ley.

Cuesta calibrar si es más absurdo reprobar al PP o que el partido campeón de la corrupción se enzarce en manifiestos de castigo. Nunca tanta derecha significó tan poco, la continuidad de Mabel Cabrer ya es suficiente castigo y garantía de degradación electoral. No se necesita una moción para comprobar que Ciudadanos prolonga al PP por la derecha. Podemos ha perdido otra batalla a manos de sus socios de Pacto, y deja la política en manos del ecologismo extraparlamentario. ¿En eso consistía la toma de las instituciones?

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