El conseller de Educación, Martí March, respondió ayer con ironía a las críticas de su antecesora en el cargo, Núria Riera (PP), quien la semana pasada pidió la dimisión del catedrático,acusándole de falta de planificación por inaugurar el curso con más aulas prefabricadas que nunca , 122.

"Si ahora dice que lo está pasando mal", dijo el conseller tras ser preguntado por los periodistas, "en su época, con el caos que hubo en la educación en la última legislatura, debió pasarlo fatal para no pedir su autodimisión".

March reconoció el derecho a la popular a pedir la dimisión de quién considere, pero advirtió de que "las comparaciones son odiosas" aunque a veces "importantes", y en este sentido aseveró que "la realidad es la realidad y no lo que se inventa". Invitó a Riera a "ser consciente de lo que dice y de lo que se hizo" durante la anterior legislatura, marcada por el conflicto y los recortes.

La antigua consellera de Educación de la anterior legislatura (tras Rafel Bosch y Joana Maria Camps) deploró la semana pasada que el curso arranque con 16 "barracones" más que el año anterior y 29 más que en 2015, cuando el PP gobernaba en las islas.

También criticó que los incrementos presupuestarios para el sector no es lo que prometieron los partidos del Pacte en campaña electoral: "No vemos ni los mil millones que prometieron para Educación, porque no los tienen, y tampoco se están cumpliendo las promesas del PSOE de destinar un 5% del PIB a Educación", rechazó Riera, que además atribuyó a su Govern "la mayoría de las obras" que se están llevando a cabo ahora.

El conseller March rebatió ayer estas acusaciones y recordó que el Plan de Infraestructuras Educativas 2016-2023 es un proyecto redactado esta legislatura después de la parálisis del anterior periodo político, durante el cual apenas se hizo mantenimiento de los centros educativos ni se impulsó la creación de nuevos centros.

El responsable de Educación recordó que ahora el Govern "tiende la mano" al Partido Popular para traer estabilidad al sistema educativo con la negociación del Pacto por la Educación, un documento redactado por Illes per un Pacte, aprobado por el Consell Escolar y que ahora iniciará su recorrido parlamentario.

Martí March señaló que el objetivo es que este documento se debata y se apruebe y que luego sirva de base a una futura Ley Autonómica de Educación como la que tienen otras comunidades como Andalucía, Cataluña o Canarias. "Le hemos tendido la mano al PP", señaló, "ahora hay que ver si hay un problema de actitud".