La exjefa de gabinete de Jaume Matas, Dulce Linares, ha explicado a la Audiencia de Palma en la segunda sesión del juicio por dos piezas separadas del Palma Arena que el entonces president del Govern y su director general, el también acusado Pepote Ballester, lideraron entre 2003 y 2007 el proyecto para construir el velódromo público del mismo nombre.

Linares aconsejó a Ballester que redactara un informe para justificar que se contrataba al arquitecto Ralf Schurmann para construir el Palma Arena sin concurso y ha manifestado que en Illesport, donde ella era vocal de la comisión ejecutiva, las decisiones ya venían tomadas por Matas y el director general de deportes.

La segunda jornada del juicio se va a dedicar a testigos propuestos por la fiscal anticorrupción Laura Pellón, que reclama cuatro años de cárcel para Matas por dos delitos de prevaricación y otros dos de fraude a la Administración.

Ayer, el expresident volvió a descargar en sus subordinados, y especialmente en el exdirector general de Deportes, José Luis-Pepote Ballester, la responsabilidad en los posibles delitos derivados de ese proyecto. Matas asumió, como en dos juicios anteriores, la dirección política de la construcción del velódromo para el Campeonato Mundial de Ciclismo en Pista de 2007, pero rechazó, con insistencia, haber materializado administrativamente el proyecto.

Por su parte, Ballester, defendido por Aragón y Piña, dijo que se decidió a colaborar con la justicia cuando se percató de que "todo recaía sobre mí, nada recaía sobre el señor Matas, todo el mundo le tenía miedo". El exmedallista olímpico, que se enfrenta a condenas que suman seis meses de prisión (sustituibles por multa de 1.800 euros) por fraude a la administración y prevaricación en concurso con falsedad, se desvinculó de la contratación de los García Ruiz.