El espectacular aumento de denuncias de turistas británicos por falsas intoxicaciones tiene un origen muy definido: centenares de empresas que hostigan a los viajeros durante y después de sus vacaciones para que presenten reclamaciones prometiéndoles un proceso sencillo y una cuantiosa indemnización. Estas compañías especializadas en pleitos han convertido las denuncias fraudulentas en un fenómeno masivo en Reino Unido.

Estas malas prácticas están causando un serio destrozo en las cuentas de muchos hoteleros mallorquinesdestrozo en las cuentas de muchos hoteleros mallorquines. Y el Gobierno británico, alarmado por la rápida expansión de este fenómeno, ha iniciado una ofensiva contra estas compañías que amenaza con cerrar muchas de ellas.

Londres ha decidido atacar el problema poniendo la lupa sobre estas empresas. El sector está supervisado por el Ministerio de Justicia británico a través de un Regulador de Gestión de Reclamaciones (CMR en sus siglas en inglés), que ha iniciado una investigación de calado.

Entre abril y junio este organismo inspeccionó a un centenar de sociedades, advirtió formalmente a 77 y retiró la licencia a dos ellas por vender productos financieros de manera irregular. El pasado fin de semana comunicó el cierre de Allsure Ltd, la primera compañía que pierde su licencia por animar a sus clientes a presentar denuncias por falsas de intoxicaciones alimentarias.

Un dinero rápido y fácil

El CMR ha identificado a treinta empresas que operaban sin licencia, clausurando las páginas webs de seis de ellas. Y ha puesto el foco en lo que en Reino Unido se conoce como 'cold calling' (llamadas en frío) de comerciales de estas compañías que acosan a los turistas vía telefónica cuando han regresado de su lugar de asueto.

La otra modalidad es el cara a cara. En Magaluf, por ejemplo, es habitual que los 'tiqueteros' merodeen por los hoteles sugiriendo a los viajeros británicos que inventen una intoxicación alimentaria en su hotel y explicándoles qué pasos deben seguir para ganar el pleito.

Estas compañías multiplican sus promesas de rápidas y fáciles indemnizaciones a través de Internet y en anuncios en radios y televisiones. Han florecido por todo el Reino Unido al calor de un negocio muy lucrativo tanto para el cliente como para la empresa, que se reparten el dinero de la compensación.

El importe de estas indemnizaciones varía en función de la gravedad de los problemas intestinales sufridos por el cliente, sean inventados o no. Una de estas sociedades anima a reclamar a través de su página web, en la que establece una clasificación en función de la gravedad de la supuesta intoxicación alimentaria sufrida. Suave, entre 700 y 3.000 euros; moderada, entre 3.000 y 7.000; y severa, de 7.000 a 40.000. Es decir, acreditar un problema digestivo leve significa tener pagadas las vacaciones de toda la familia. Y es más fácil de lo que podría parecer.

La legislación del Reino Unido es muy favorable a los consumidores, por lo que los tribunales apenas exigen pruebas para condenar a las empresas a pagar cuantiosas indemnizaciones a los demandantes. Habitualmente basta con presentar el ticket de compra de un medicamento para la diarrea para ganar un caso.

La indemnización la paga inicialmente el touroperador, que inmediatamente después la repercute al hotel en el que supuestamente ha tenido lugar la intoxicación alimentaria. En Mallorca la empresa Triauno S.L., propietaria del Club Mac Alcúdia que explota en esa localidad los hoteles Marte, Saturno y Júpiter, ha denunciado un fraude de cuatro millones de euros de clientes que han fingido problemas digestivos por haber ingerido alimentos en mal estado.

Abta, la principal asociación de agencias de viajes del Reino Unido, trata de concienciar a sus compatriotas sobre el riesgo que corren a la hora de presentar reclamaciones fraudulentas con la campaña 'Stop Holiday Sickness Scams' (Detened las estafas por enfermedades en vacaciones). Los turistas que crucen la línea de la legalidad, asegura esta entidad, se enfrentan a penas que pueden comportar desde cuantiosas multas hasta la cárcel.

El Gobierno británico maneja cifras escandalosas. Según las investigaciones llevadas a cabo por el Ministerio de Justicia, las demandas por intoxicaciones han crecido un 500 por ciento en los últimos dieciocho meses.

En ese tiempo se presentaron cerca de cuatro mil reclamaciones relacionadas con problemas digestivos. En Alemania, por ejemplo, solo se registraron 114.

Esta fiebre por las denuncias está muy focalizada en Reino Unido. "El coste para los operadores turísticos, compañías de seguros y hoteles en el extranjero es sustancial. Una asociación hotelera en Mallorca reveló que el coste para sus establecimientos asociados fue de 42 millones de euros el año pasado. Los hoteleros en España y Turquía han amenazado con dejar de ofrecer paquetes de todo incluido a los turistas británicos debido al devastador impacto financiero que las reclamaciones falsas están teniendo en sus cuentas", afirma Abta.

Satisfacción del Govern

El Govern balear celebra que Reino Unido haya decidido atacar un problema que afecta muy directamente a los hoteleros mallorquines. El Ejecutivo autonómico siempre ha defendido que quien debía llevar la iniciativa para combatir estos fraudes era el Gobierno británico. A comienzos de año reclamó a la secretaria de Estado de Turismo, Matilde Asián, que exigiera a Londres cambios legislativos para atacar estas prácticas.

Biel Barceló, vicepresidente del Govern y conseller de Turismo, estimó que el coste del fraude para los hoteleros mallorquines puede ascender a cincuenta millones de euros.

Allsure Ltd, radicada en Lancashire, ha sido la primera empresa en caer. Y habrá más.