Con solo 16 años Jaime fue atrapado por la bebida. La botella se convirtió en su gran aliada y el alcohol en un elixir con el que intentaba aislarse de todos sus problemas. "No podía controlarme, hasta que llegué al extremo que vomitaba sangre", explica nervioso este joven, que prefiere ocultar su identidad, y que está ingresado en las instalaciones de Proyecto Hombre

Los datos sobre el consumo de alcohol en Baleares muestran una realidad alarmante, el 84,3 % de las personas de entre 15 y 64 años bebió alcohol el último año, un porcentaje muy superior al 42,6 % del tabaco y al 13,9 % del cánnabis, según los resultados de la última encuesta domiciliaria EDADES 2015-2016 realizada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad sobre el consumo de drogas del 2015.

Sin embargo, esta sustancia es legal en la mayoría de los países y su consumo se encuentra totalmente normalizado, por lo que muchos jóvenes de las islas suelen experimentar con ella en las verbenas de verano.

De hecho, desde enero a julio, los servicios del 061 han atendido a 152 menores de edad por intoxicaciones etílicas, siendo julio el que bate el récord del año, con un total de medio centenar de jóvenes.

El psiquiatra especializado en salud mental y adicciones y fundador de la Clínica Capistrano, José María Vázquez, explica que no es necesario consumir diariamente esta sustancia para sufrir una adicción y define este concepto como "un hábito de carácter negativo o destructivo acompañado de mentiras".

Si el joven llega tarde a casa, miente, no tiene ganas de comer o tiene demasiado apetito, se implica en peleas, los estudios le van mal o ha perdido mucho peso en poco tiempo, se tiene que sospechar que puede ser un adicto, destaca el doctor. "Muchos tendrán sentido común e irán separándose de esos ambientes perjudiciales, pero otros van a empezar en ese alcoholismo juvenil una carrera que terminará con la muerte", afirma preocupado.

La edad de inicio en el consumo de alcohol se sitúa en Baleares en los 13,8 años, según la última encuesta ESTUDES 2014-2015 sobre el consumo de drogas en la enseñanza secundaria.

Además, el fácil acceso a esta sustancia y la poca conciencia de riesgo que se tiene sobre su consumo son los factores implicados en que el número de adictos sea tan elevado, según se deriva de este sondeo.

En el caso de Fernando, un joven palmesano de 23 años, empezó a hacer botellón los fines de semana en la Plaza Gomila cuando era menor de edad porque no le dejaban entrar "a ningún sitio". "Beber es divertido", pensó las primeras veces que consumió esta sustancia, sin embargo este hecho acabó pasándole factura cuando ingirió una mezcla de bebidas alcohólicas preparada por su grupo de amigos en una verbena y tuvo que ser ingresado en un hospital en el que permaneció cinco días con un cuadro de coma etílico. "Me dijeron que tenía una pancreatitis bastante grave y que un riñón estaba luchando por vivir", relata y añade que fue todo por culpa del alcohol.

Y no se equivoca, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte de que el uso nocivo de esta sustancia es un factor causal en más de 200 enfermedades y trastornos y que provoca defunción y discapacidad a una edad relativamente temprana. Una de cada cuatro defunciones de personas de entre 20 y 39 años es atribuible a su consumo.

El doctor Vázquez destaca que el alcoholismo es una enfermedad, por lo que debe tratarse, y precisa que las claves para la curación son dos: conocerse a uno mismo acudiendo a grupos de autoayuda y el tiempo.

También Proyecto Hombre Baleares dispone de distintos programas para tratar esta adicción y lleva a cabo sesiones guiadas por especialistas en las que profundizan en las causas del consumo, en el tipo de relaciones que tiene el adicto y en cómo se siente. "La experiencia de uno le sirve para cuestionar al otro y a partir de aquí se ayudan mutuamente", expone el director del Área Joven de Proyecto Hombre en Palma, Marcos Campoy.

Hasta mediados de agosto Proyecto Joven ha atendido a 49 personas, 28 de las cuales se encuentran en régimen residencial.