Más de 14.000 profesores se reincorporaron ayer a su puesto de trabajo en Balears: para ellos el curso 2017-2018 ya ha empezado. Para la treintena de docentes del colegio Santa Isabel de Palma la vuelta al 'cole' de este año es realmente atípica, ya que vuelven al trabajo pero no a su 'cole', que está cerrado por las obras de reforma del centro iniciadas este verano por el Govern y el Ayuntamiento.

La vecina Escuela Oficial de Idiomas los acoge para que tengan un sitio donde preparar el curso y atender a las familias hasta el día 7, cuando en teoría el colegio ya estará en condiciones para abrir al público, según prevé Educación.

Las clases empiezan el día 13 y parte del centro ya estará habilitado, pero no todo, con lo que no todos los alumnos podrán iniciar las clases en su colegio: los de Infantil y los tres primeros cursos de Primaria, sí; los 125 que estudian desde 4º a 6º de Primaria serán trasladados cada día en autobús de su centro en el barrio de Son Canals al colegio Son Quint de Son Rapinya hasta que se acaban las obras (a finales de octubre según Educación). Se ha elegido este centro pese a no estar muy cerca porque tiene varias aulas y espacios que no utilizan.

La directora del Santa Isabel, Yolanda Muñoz, y otros miembros del equipo directivo fueron los primeros en llegar ayer a la sede de la Escuela de Idiomas, donde sus responsables les ofrecieron una clase además de los recursos que les pudieran hacer falta (como ordenadores y demás).

"Les estamos muy agradecidos, están siendo muy amables, como también lo ha sido la directora del colegio de Son Quint", apuntó la directora, que señaló que estos días, como cada año, suelen atender a a familias con dudas sobre las becas de comedor o libros y gestionan también matrículas tardías.

Cabe recordar que es un edificio muy antiguo y durante las obras del tren y el metro, en 2006, incluso fue clausurado por temblores: "Eran obras muy necesarias", valora la directora, que entiende que con las reformas es habitual que haya retrasos. Le quita hierro al hecho de que los profesores tengan que reincorporarse a otro centro que no es el suyo: "Los maestros nos adaptamos a todo, estamos acostumbrados y muchos además vienen ya aquí como alumnos a aprender idiomas".

En el pasillo, los profesores del Santa Isabel se reencuentran tras el parón estival, se cuentan sus viajes y bromean con su nueva ubicación. Enrique Castro, profesor de Religión, lo explica con una sonrisa, pero califica la situación de "locura". Achaca el retraso en las reformas a descoordinación entre la Conselleria y el Ayuntamiento y expresa sus dudas de que las obras estén finalizadas a finales de octubre como anuncia Educación. Lamenta que los profesores especialistas tendrán que hacer malabarismos cada día, yendo de un centro a otro, aunque sobre todo le sabe mal por los chavales.

Profesores que asistieron a la reunión convocada por la Conselleria para informar a las familias indican que por lo general éstas recibieron bien las noticias, excepto algunos padres de alumnos que se quedan, que expresaron sus dudas sobre la seguridad del edificio e incluso preguntaron qué pasaría si sus hijos no asistieran a clase hasta acabarse las obras.

La presidenta de la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos (FAPA), Gloria Ferrer, mostró su preocupación por el tema y se puso en contacto con la Conselleria, que le ofreció la posibilidad de hacer llegar a la APIMA los documentos que garantizan la seguridad del colegio. También se habló de la posibilidad de que la asociación puede realizar alguna visita de obra con sus responsables.