A nivel pedagógico no es garantía de éxito. Y además tiene un elevado coste para el erario público: unos 37,5 millones de euros extra al año. Y pese a ello, suele ser una medida recurrente en nuestro país y en Balears. Hablamos de la repetición de curso, una práctica muy frecuente en España pese a que la mayoría de veces no supone una mejora del rendimiento de los alumnos, según advierten distintos estudios (como PISA) y como reconoce el propio ministro de Educación. En Balears, cada curso repiten unos 6.700 estudiantes de Primaria y Secundaria.

Solo por el coste económico, ya vale la pena plantearse la eficiencia de este mecanismo. Cada alumno que repite curso tiene un coste extra de 5.623 euros de media por curso (4.685 euros en Primaria y 5.783 euros en ESO). Según las estimaciones de la conselleria de Educación y teniendo en cuenta el número habitual de alumnos repetidores, la repetición supone un coste de 37,8 millones de euros al año para Balears.

Y esto solo como coste directo: a esta cifra habría que sumar las repercusiones de la incorporación al mercado laboral con un año de retraso, según subraya el Institut d'Avaluació i Qualitat del Sistema Educatiu (IAQSE) en un informe monográfico sobre la repetición escolar realizado el pasado marzo.

Balears eslíder en abandono escolar y también en repetición. Según el último informe PISA, cuatro de cada diez alumnos de las islas han repetido al menos una vez al cumplir los 15 años (cuando por edad les tocaría estar haciendo 3º de ESO). La media de repetidores en España es del 31% y en la OCDE, del 12%.

¿Cómo se decide quién repite?

En Primaria los criterios para decidid si un alumno debe repetir un curso son cualitativos: el claustro atiende más a conceptos como el nivel de madurez y los niveles de conocimiento y capacidad básicamente en las áreas instrumentales (lenguas y Matemáticas).

En esta etapa, la mayoría de repeticiones se dan en el segundo curso: antes de cumplir los 7 u 8 años, un 6% de los chavales ya ha repetido.

El IAQSE concluye que hasta el 4º curso hay más repetidores en los centros públicos, pero al acercarse el fin de etapa aumentan también en los centros concertados. Ellas repiten menos que ellos (dos puntos menos).

Repetición en ESO

En la Educación Secundaria Obligatoria se decide quién repite por criterios cuantitativos, fijándose en las asignaturas suspendidas. Antes de la LOMCE, los estudiantes podían promocionar con tres asignaturas suspendidas. Tras la reforma del PP, solo pueden pasar con dos suspensos y "excepcionalmente" con tres, siempre que no sean al mismo tiempo Lengua Castellana, Lengua Catalana o Matemáticas.

En ESO el índice de repetición se dispara en 1º de ESO, probando que el salto del colegio al instituto supone para muchos estudiantes una brecha difícil de superar. En este curso un 12,5% son repetidores (un 14% en el caso de los centros públicos).

En 3º de ESO la proporción de alumnos que no promocionan es del 11,7% y después, en 4º, vuelve a descender al 8%. De nuevo, las alumnas tienen mejores indicadores con hasta cinco puntos menos de repetidoras que los varones. En este tramo formativo, el IAQSE celebra haber detectado un ligero descenso en el número de alumnos repetidores entre 2010 y 2016ligero descenso en el número de alumnos repetidores entre 2010 y 2016.

Los niños que vienen de entornos desfavorecidos repiten en mayor proporción. Y en el caso de alumnos inmigrantes, el porcentaje de repetición en muchos casos es el doble que el de los estudiantes autóctonos: si en 3º de ESO repite un 19,4% de estudiantes llegados de otros países, entre los no inmigrantes la repetición afecta a un 10,5%. La investigación educativa prueba que "el alumnado socialmente más desfavorecido tiene menos oportunidades culturales y sus familias, menos capacidad y formación para ayudar a sus hijos a superar las dificultades escolares".

Antoni Morante, director general de Planificación, Ordenación y Centros, cree que España es uno de los países en los que prima la "cultura de la repetición", una tendencia que cree necesario revertir ya que en la mayoría de casos no está demostrado que sea eficaz y además crea un cierto estigma que puede suponer un problema de autoestima.

Dudas de su eficacia

"No existe evidencia científica que demuestre efectos positivos de la repetición escolar sobre la mejora del rendimiento escolar", concluye el IAQSE en su informe: "De hecho, un 52% de los repetidores probablemente no habrían necesitado repetir".

¿Cómo llegan los expertos a semejante conclusión? Fijándose en el estudio internacional de PISA. En su último informe, se demuestra que entre el 50 y el 60% de los alumnos que han repetido logran unos resultados de nivel 2, lo que quiere decir que "aunque no tienen un nivel de competencia altamente satisfactorio, si tienen el suficiente para avanzar académica o profesionalmente". Para el director general este hecho prueba que "se está haciendo repetir a más alumnos de lo que realmente hace falta".

Motivos no pedagógicos

Algunos profesores de instituto aseguran a este diario que a algunos alumnos se les promociona aunque haya dudas sobre su nivel de competencia para evitar saturación en los primeros cursos de ESO, pero Morante rechaza ese argumento: "Prácticamente ningún grupo está a 30 alumnos", defiende.

Cabe recordar que PISA evalúa el nivel de competencia de los estudiantes, no de conocimientos. Y sus resultados concluyen que cuanto antes se produce la repetición, y si se acumulan dos cursos repetidos, el alumnado queda a niveles más bajo de competencia que los que nunca han repetido.

La solución, señala el IAQSE, no es eliminar la repetición o limitarla a los casos excepcionales. La cuestión es implantar estrategias alternativas o complementarias eficaces, como planes de seguimiento y refuerzo para los estudiantes con bajo rendimiento.

"Hay que reasignar recursos: el dinero que podríamos ahorrar con menos alumnos repetidores financiaría estos planes, queremos favorecer a los centros que apuesten por buenas prácticas ante la repetición", apunta Morante, quien admite que "cambiar la mentalidad será difícil".