Balears recuperará el curso 2017-2018 la figura del educador social en un total de diez institutos. Su objetivo será prevenir conflictos en el centro, el absentismo en las clases y el fracaso escolarfracaso escolar. Además, se dedicarán a detectar dificultades en el aprendizaje derivados de causas sociales y a mejorar la convivencia en los distintos institutos.

Los educadores sociales trabajarán con el alumnado en riesgo de exclusión social en los institutos de secundaria, actuando con toda la comunidad para mejorar su rendimiento académico y sus habilidades sociales.

Se distribuirán en seis centros mallorquines (cuatro de Palma, uno de Inca y uno de Manacor), dos en Menorca y dos en Ibiza.

Los institutos seleccionados son el IES Antoni Maura, el IES Juniper Serra, el IES Aurora Picornell, el IES Josep Sureda i Blanes, el IES Pau Casasnovas y el IES Manacor (todo ellos en la isla mallorquina).

Todos ellos deberán realizar una formación de 40 horas antes de incorporarse al curso para "unificar" las funciones con las que deben cumplir, según Martí March, el conseller de Educación y Universidad. Los educadores sociales deberán pasar un proceso de selección según un baremo que valora, entre otros, el número de programas que desarrolla el centro, el nivel de absentismo escolar que registra o las características familiares del alumnado.

El proyecto contará con un presupuesto de 800.000 euros. Del total de esta cantidad, se han destinado 775.000 euros a la contratación de estos profesionales y 25.000 euros a la gestión.

March insistió en que esta iniciativa "es un buen camino para la institucionalización de forma progresiva de la figura del educador social en los centros de educación secundaria".

Declaró que para el curso 2018-2019 los consellers prevén contar con un total de 12 educadores sociales.

El conseller añadió que se ha elegido esta etapa formativa porque coincide con la edad de "mayor vulnerabilidad" del alumnado a causa de los cambios fisiológicos, biológicos y psicológicos a los que se ven expuestos. Además, también coincide porque es el momento cuando se produce el primer contacto con el alcohol y las drogas.

Los educadores sociales para este nuevo curso formarán parte de la plantilla pública. Se incorporarán el próximo mes de septiembre, tras recibir la formación anteriormente citada, y estarán presentes en el centro durante todo el horario escolar.

De esta manera, el profesional se convertirá en un enlace entre la comunidad educativa y el entorno comunitario de los alumnos para prevenir y resolver conflictos entre el alumnado, las familias y el centro educativo.

Por su parte, la consellera de Servicios Sociales, Fina Santiago, informó de que esta medida servirá para "recuperar derechos, servicios o programas que habían funcionado muy positivamente".

La anterior legislatura

La consellera de Servicios Sociales aprovechó la ocasión para recordar que la figura del educador social se puso en marcha en el año 2009. Sin embargo, en 2011 (durante la anterior legislatura) se suprimieron los servicios de estos profesionales, que lograron una reducción del absentismo crónico y de las expulsiones y amonestaciones en los institutos en los que trabajaban.