El Grupo de Delitos Económicos de la Policía Nacional de Palma ha detectado la presencia en Mallorca de redes organizadas de captadores de turistas (tiqueteros y vehículos reclamo) para perpetrar la llamada estafa de la diarrea, un fraude consistente en simular una enfermedad alimenticia y demandar al hotel donde se habían pasado unas vacaciones para conseguir suculentas indemnizaciones.

La Policía está investigando este timo a raíz de la denuncia de un hotelero de Alcúdia, Trianuo S.L, propietario del Club Mac, que asegura haber sufrido, en tan solo la temporada del 2016, pérdidas superiores a los 4 millones de euros por estas prácticas.

El denunciante contrató detectives privados para recopilar pruebas contra los supuestos estafadores. Los informes de esos investigadores particulares han sido ratificados por la Policía.

Según los datos obrantes en el atestado, en Mallorca trabajan unos grupos organizados de captadores de turistas para convencerles de que demanden a su touroperador a cambio de "unas vacaciones gratis".

El "premio" consiste en la indemnización que frecuentemente otorgan los tribunales británicos a consumidores que demandan a sus touroperadores por supuestas disfunciones y problemas sufridos durante sus vacaciones. El touroperador repercute la indemnización en los hoteles mallorquines, que acaban pagando los platos rotos de las supuestas estafas.Justicia muy laxa

La Justicia británica era, hasta hace poco, muy laxa con esas demandas y las estimaba sin apenas pruebas. Tan solo un tiquet de haber comprado en la isla un medicamento antidiarreico, el Imodium, servía para acreditar una inexistente intoxicación alimenticia.

La Policía afirma que los implicados en las presuntas estafas disponen de personal (ganchos o tiqueteros) y vehículos con los que se mueven en las zonas turísticas. De hecho se ha identificado, gracias a los detectives, uno de estos coches: un Polo de color negro.

Este vehículo pertenece a una sociedad limitada con sede en Calvià y con objeto social de restauración y discotecas.

Su administradora es una persona extranjera. Según las pesquisas de los detectives, la familia de esta persona se dedica a la venta de multipropiedades y a la promoción de locales de ocio en Punta Ballena

La Policía también mantiene que en la isla funcionan las furgonetas de las llamadas Claims Farmers los bufetes británicos especializados en reclamaciones legales por problemas surgidos en estancias hoteleras.

Los detectives privados han retratado a estos vehículos, que suelen apostarse sin ningún pudor en la puerta de los hoteles luego demandados. Los investigadores particulares también se han entrevistado con turistas y otras personas para acreditar la presunta trama que rodea a las estafas.

El Grupo de Delitos Económicos mantiene que las ganancias de esas demandas fraudulentas son muy altas y califica el fenómeno de "negocio muy suculento".

"En cualquier negocio es necesario anunciarlo de distintas maneras y, por eso, es totalmente creíble que existan captadores en España relacionados con esos despachos (de abogados británicos) de forma directa o indirecta", sostiene el informe policial.

Los inspectores de Delincuencia Económica destacan en su atestado que las estafas suelen afectar de manera preferente a hoteles que ofrecen el todo incluido a sus clientes. De esta forma los demandantes alegan que no han comido ni bebido nada fuera del establecimiento, lo que les sirve de "prueba".