La conselleria balear de Medio Ambiente ha abierto expediente para investigar una fiesta privada de cumpleaños en la isla de Tagomago celebrada hace unos días y ampliamente difundida por los invitados y artistas participantes en las redes sociales. El departamento de Vicenç Vidal ha confirmado que la fiesta no tenía autorización, por lo que se ha procedido contra sus promotores en un caso cuya gravedad dependerá de si los agentes de Medio Ambiente confirman que, además de no tener permiso, el evento causó un daño al frágil hábitat del islote.

No hubo denuncias durante la fiesta, según confirmó el Ayuntamiento de Santa Eulària, pero los vídeos han causado indignación en la red, al tratarse de un espacio muy sensible, y dos años después de que arreciaran las críticas por otra fiesta similar. De hecho, el teniente de alcalde de la Villa del Río, Mariano Juan, admitió que no se habían vuelto a recibir nuevas denuncias desde hace dos veranos.

Tagomago cuenta con protección comunitaria y está incluido en la Xarxa Natura. Precisamente, la gravedad de la infracción que instruye la conselleria podría ser mayor si se considera que ha habido afección de este hábitat. Aunque la fiesta se ha producido fuera del periodo de nidificación, fuentes de este departamento advierten de que puede haber tenido algún impacto sobre algún virotde los que anidan en sus acantilados.

La fiesta fue por todo lo alto, como muestran varios vídeos de los invitados, incluyendo un potente equipo de luces y sonido. No podía ser menos en una velada con la diva de la música electrónica Ultra Naté como plato fuerte. La cantante y productora americana alcanzó fama internacional a mediados de los años 90, sobre todo gracias a su single 'Free'. Además de su actuación, documentada profusamente en las redes por los asistentes, pincharon djs reconocidos como Nina Kraviz o Animal & Me.

Con los numerosos vídeos y fotografías, los agentes de Medio Ambiente han iniciado la investigación en torno a la fiesta ilegal, que según admitieron fuentes de la empresa que gestiona el islote, que no quisieron comentar el caso, se trató de «un cumpleaños privado». La celebración empezó en la tarde del 19 de agosto y acabó bien entrada la madrugada del día 20.

El teniente de alcalde, por otra parte, se mostró indignado por el hecho de que el Govern aún no haya tramitado la protección del islote como reserva natural, a pesar de que hace más de dos años que se le entregó el expediente con todo lo necesario para incoar esta figura de protección. Para más inri, en noviembre de 2015 el Parlament instó al Govern a declarar reserva natural este entorno, con el acuerdo de todos los grupos, mandato que el Ejecutivo aún no ha atendido, según recordó Juan. Juan recalcó que esta protección es compatible con otras figuras como la de reserva marina que promueve la conselleria para los islotes del municipio de la Villa del Río.

Con las manos atadas

Sin este instrumento, el Ayuntamiento sólo puede aplicar sus ordenanzas de actividades y urbanismo, ya que el islote tiene la clasificación de suelo rústico común. En concreto, se podría paralizar cautelarmente al comprobar que carece de licencia y se trata de una fiesta «de libre concurrencia» en las que se cobra entrada, por ejemplo. En un evento privado, como parece que fue el caso, el Consistorio sólo podría haber actuado en caso de exceso de ruido. Pero al no haber denuncias, no se efectuó ninguna sonometría.

Fuentes del departamento que dirige Vicenç Vidal explicaron que se está a la espera de aprobar el plan de gestión de este hábitat antes de tramitar la declaración de reserva marina. La previsión es que este documento salga a exposición pública en un mes.

Varios de los invitados etiquetaron sus fotos en Instagram y otras redes como # secretparty (fiesta secreta) o #privateparty y #privateisland, en alusión a Tagomago, junto a cuya piscina se desarrollaron las actuaciones. Todo para festejar el aniversario de un joven adinerado de Londres, Thomas Baxter, según los comentarios de uno de esos asistentes, que llegó a Ibiza a bordo de un jet privado con el homenajeado y varios amigos, en una fiesta encargada a una promotora francesa con arraigo en la isla.