Los vecinos están hartos de ver que la zona no levanta cabeza. Los hoteleros temen que el exceso de vandalismo y borrachera frustre sus inversiones millonarias. Y la oferta complementaria se divide entre la que se aferra a un negocio de escaso margen ligado al alcohol barato y el producto de medio pelo, y quienes tratan de cambiarle la cara a la Platja de Palma impulsando restaurantes, bares y locales que lleven la calidad por bandera. De todo ello han leído en las últimas semanas, pero, ¿qué piensan los turistas del destino con más camas, hoteles y actividad de Balears? Responde la función Gadeso, que en su séptimo barómetro sobre la Platja de Palma apunta a una conclusión tan persistente como previsible: a los turistas tampoco les gusta lo que ven y viven en el destino más populoso de Mallorca. Concretamente, le dan una puntuación media de 4,8 sobre 10.

Es un suspenso global y raspón, que se convierte en nota muy deficiente cuando se analiza la Platja de Palma por sectores geográficos y de negocio. Primera diferencia sustancial: los turistas le dan una aprobado a Can Pastilla (5,1) y a la zona central de Platja de Palma (5,2), pero castigan con un suspenso sin paliativos al entorno más deteriorado en lo urbanístico y más afectado por la inseguridad y el vandalismo, S'Arenal.

Si el análisis se hace por ramas de negocio turístico, también surgen divergencias en la percepción de los viajeros, que, en general, puntúan bien el alojamiento, mientras ven insuficiente el nivel de la oferta complementaria, los servicios públicos y el entorno. Aunque también hay variaciones según por zonas dentro de cada tipo de negocio. Por ejemplo, la mejor nota de toda la encuesta, realizada este mes de agosto, es para el alojamiento en el tramo central de Platja de Palma, que obtiene 6,5 puntos sobre 10, frente a los 4,4 que sacan las opciones para pernoctar de S'Arenal o el más favorable 5,5 de Can Pastilla.

Las diferencias son igualmente notables en los servicios públicos, que en la zona de S'Arengal dejan tanto que desear que los turistas los puntúan con un 3,9, frente al 5 raspón de Can Pastilla o el 4,9 del centro de Platja de Palma. Dentro de esos servicios públciso, la queja más dura (un 3 de nota) apunta a un déficit de información, sobre todo en S'Arenal, aunque tampoco satisfacen mucho la red de transporte público (buses a Palma), que sale de la encueta con 4,8 puntos sobre 10.

En cuanto a la oferta complementaria, solo aprueba (un 5 justo) la de Can Pastilla, área en la que se concentran muchos restaurantes que abren todo el año para atender también al público residente. La restauración de S'Arenal y el resto de Platja d ePalma suspende.

El comercio, a su vez, repite mala nota, como consecuencia, dicen en Gadeso, de una oferta "repetitiva y cara". De ahí el 4,5 de nota, un poco por debajo del 4,8 de las opciones lúdicas y deportivas.

Si se mira solo las playas, el insuficiente aparece de nuevo en las calificiaciones. La masificación de las dunas en toda las zonas explica gran parte de la mala nota, aunque los turistas afean igualmente los servicios que se prestan en la playa. El resto del entorno (calles) mantiene la tónica de suspenso general. Los clientes del destino se quejan sobre todo de la contaminación acústica, especialmente criticada en S'Arenal.

Por último, Gadeso ha analizado el alojamiento, que es lo mejor puntuado, aunque solo fuera de S'Arenal. Los turistas le dan la mejor nota al personal y la comodidad de los hoteles de la zona central de Platja de Palma. Curioso otro dato: los hoteles en general obtienen una nota mucho mejor que los establecimiento de todo incluido en particular, a los que los turistas otorgan un 4,7 de calificación, una décima por debajo del conjunto de un destino que no contenta ni a quien vive en él, ni a quien hace negocio allí, ni a quien lo visita, como ahora muestra Gadeso.