Los diecisiete mandos y agentes de la Policía Local de Palma acusados de formar parte de una supuesta trama de corrupción con cobro de sobornos, narcotráfico y tráfico de influencias, entre otros delitos, se acogieron ayer a su derecho a no declarar ante el juez Manuel Penalva y el fiscal anticorrupción Miguel Ángel Subirán. No obstante, todos los imputados mantuvieron ante los investigadores o en los pasillos del juzgado su inocencia.

La Patrulla Verde

Entre las personas que ayer estaban citadas destacaron el exjefe de la Policía Local de Palma Joan Mut y los antiguos mandos de la Patrulla Verde, la unidad dedicada, entre otros menesteres, al control de los establecimientos de ocio nocturno, Feliciano Franco, Gabriel Torres y Bartolomé Capó. El exjefe del cuerpo policial Antoni Vera pidió un aplazamiento de su comparecencia.

Hace unos días otros diez mandos y agentes de la Policía Local desfilaron por el juzgado de instrucción 12 con las mismas acusaciones y también se acogieron a su derecho a no declarar en su contra.

A los citados ayer se les formuló una única pregunta resumen de toda la presunta trama. Juez y fiscal leyeron a los investigados un folio donde se les atribuía, entre otros hechos, el haber asistido gratuitamente a fiestas de alcohol, drogas y prostitutas en un reservado de la discoteca Tito's, propiedad del magnate de la noche Bartolomé Cursach, en prisión preventiva desde principios de marzo.

Cursach habría sobornado, durante décadas, a policías locales, otros funcionarios del Ayuntamiento y dirigentes políticos para obtener a cambio un trato de favor en sus múltiples negocios o una clara persecución a empresas de la competencia.

Precisamente en esa pregunta resumen se incluyó el si los agentes imputados han beneficiado a propósito a algunos locales y discotecas de Cursach o de Pabisa de la Playa de Palma y han acosado a establecimientos de la competencia de los dos poderosos grupos de la noche.

En el voluminoso sumario que empezó a instruirse en 2014 aparecen abundantes testimonios sobre estas prácticas corruptas.

No es cierto, pero callo

Algunos de los agentes antes de acogerse a su derecho constitucional a no declarar manifestaron al juez y al fiscal que no es cierto lo que se narra en ese compendio de acusaciones.

Un imputado explicó a este diario que tiene ganas de declarar y explayarse para demostrar su inocencia, pero no quiere hacerlo mientras una parte de la causa siga bajo secreto sumarial y no estén todas las pesquisas sobre la mesa.

El magistrado, no obstante, ha ido levantando en los últimos meses el secreto sobre muchas diligencias, entre ellas las declaraciones de testigos que incriminan a los 28 agentes policiales. La mayor parte de las defensas postulan, por el contrario, que debe ponerse fin al secreto.

Las declaraciones de ayer se iban a practicar bajo secreto, por lo que a las mismas solo accedieron los investigadores, el correspondiente imputado y su abogado defensor.

Varios delitos

El instructor ha abierto una pieza separada para investigar la presunta trama de corrupción en la Policía Local. Los 28 agentes imputados están acusados de varios delitos: cohecho, prevaricación, tráfico de influencias, narcotráfico y organización criminal.

Se desconoce si en esta pieza separada figuran como encausados los empresarios que, supuestamente, pagaban esos sobornos o funcionarios de otros departamentos municipales.

La macrocausa tiene otras muchas ramificaciones, como el presunto amaño de unas oposiciones internas en la Policía Local o supuestos delitos cometidos por policías locales de Calvià.