Científicos del Centro Oceanográfico de Balears del Instituto Español de Oceanografía (IEO), en colaboracoración con pescadores del archipiélago y Cataluña, han evaluado diferentes medidas para reducir el impacto directo e indirecto de la pesca de arrastre en los ecosistemas.

Algunos investigadores del IEO han publicado recientemente en la revista científica Marine Policy los resultados de unos estudios que demuestran que las nuevas mejoras tecnológicas y medidas de gestión innovadoras analizadas permiten reducir el impacto de las artes de arrastre sobre el fondo marino, mejorar su selectividad y reducir el consumo de combustible en esta pesquería.

Como medida de innovación, se cambiaron las rutinas de trabajo en la pesca de arrastre en el Golfo de León. Esta reforma consistió en pasar de una actividad diaria, de entre 12 y 16 horas durante los cinco días laborables de la semana, a una actividad continuada durante 48 horas por semana. Este cambio en la rutina de trabajo permite disminuir la navegación e incluso el tiempo efectivo de pesca. Como consecuencia, se produce un menor consumo de combustible.

Por otro lado, las mejoras tecnológicas, apliacadas en embarcaciones para la pesca de arrastre en Mallorca y Menorca, consisten en el uso de puertas más pequeñas e hidrodinámicas o puertas que no contactan con el fondo marino, malletas más cortas y redes de mayor luz de malla en su parte anterior, para aumentar su capacidad de filtrado.

Además, también se cambió la geometría de la malla del copo, de 40 milímetros rómbica a 40 milímetros cuadrada, la malla en vigor desde 2010. Los tres experimentos se llevaron a cabo en condiciones comerciales para demostrar la aplicabilidad de los resultados.

Según explicó el IEO, el cambio de geometría de la malla en el copo mejora la selectividad de los artes de arrastre, disminuyendo los descartes, mientras que el uso de puertas que no contactan con el fondo permite disminuir su impacto directo sobre el fondo del mar.

En ambos casos no se ha observado un cambio en la composición de las capturas desembarcadas, ni una reducción de los rendimientos comerciales. La reducción de combustible también se ve favorecida gracias a las puertas que no contactan con el fondo marino y los artes más ligeros y de mayor luz de malla, lo que además resulta una reducción de los costes de explotación y, por lo tanto, contribuye a mantener los rendimientos.

Eliminando el contacto de las puertas con el fondo y disminuyendo los descartes y el consumo de combustible y, por lo tanto de las emisiones de gases de efecto invernadero, se consigue reducir el impacto tanto directo como indirecto de la pesca de arrastre en los ecosistemas.

"La aplicación de estas medidas permitirían no solo mejorar la eficiencia ecológica, sino también económica de esta pesquería", señaló Beatriz Guijarro, primera autora del estudio.

El artículo de la revista científica previamente citada reconoce que si se implementan estas nuevas tecnologías y la medida de gestión innovadora, será necesario establecer regulaciones adicionales que eviten sus potenciales efectos negativos.

Entre ellos, el aumento de la velocidad de arrastre y de las dimensiones de la red y una mayor accesibilidad a zonas muy alejadas de los puertos, poco o nada explotadas. Las medidas a aplicar dependerán de las características propias de cada zona marítima, que deberán ser evaluadas para asegurar beneficios y reducir riesgos.

Sólo de esta forma, concluyó el IEO, se podrá mejorar la eficiencia ecológica de la pesca de arrastre, un aspecto imprescindible para la sostenibilidad de esta pesquería.