El movimiento ´No más colillas en el suelo´ no es ninguna broma. Esta plataforma fundada en Barcelona por el mallorquín Miquel Garau está en crecimiento continuo y el revuelo creado hoy en Can Pere Antoni lo demuestra. Más de una treintena de personas durante más de una hora se han juntado para hacer una limpieza masiva de colillas en esta playa de Palma.

"La respuesta al evento ´No más colillas en las calas y playas de Mallorca´ ha sido todo un éxito", ha declarado Garau durante el transcurso de esta jornada.

Personas de todas las edades y de todas las procedencias, incluso turistas, se han equipado un recipiente de plástico y durante el tiempo que hayan querido se han dedicado a recoger todas y cada una de las colillas que se encontraran entre la arena. "Esto es un cenicero gigante", ha comentado una pareja mallorquina.

El activista medioambiental ha asegurado que "así se puede llegar a cambiar el mundo". "Es una pequeña acción muy fácil que no parará de crecer hasta que los fumadores ya no tiren sus colillas al suelo", ha explicado mientras sostenía una garrafa de veinte litros llena de colillas por la mitad. "Estos 5.000 filtros que llevo aquí los he recogido solo ¡en dos días!", ha comentado Garau.

El objetivo de este movimiento que se va a llevar a cabo durante toda esta semana en las playas de Mallorca tiene como objetivo llegar al millón de colillas. "Es posible conseguir un número tan grande, ya que una persona puede conseguir unos 700 filtros en una media horita", ha apuntado el fundador de este movimiento.

Más allá del gran apoyo popular que ha recibido hoy en Can Pere Antoni, ´No más colillas en las calas y playas de Mallorca´ también ha obtenido la ayuda de diversas entidades medioambientales e incluso del ayuntamiento de Palma. El coordinador general de Ecología de Cort, Josep Maria Rigo, ha asistido a la jornada de limpieza y ha ofrecido bolsas y guantes de plástico para facilitar este trabajo. "Es una muy buena iniciativa que el ayuntamiento tenía que apoyar, ya que pretende mantener limpias nuestras playas", ha indicado Rigo.

Según explica Garau, en las playas se pueden encontrar tantas colillas porque, por una parte, los fumadores no están concienciados y, por otra parte, porque los policías no actúan debidamente. "Existe una ordenanza municipal que prohíbe dejar este tipo de basuras en las playas, pero es muy difícil controlarlo", ha declarado el coordinador de Ecología. Aun así, el activista medioambiental considera que "lo más importante es que los propios fumadores sepan que no deben tirar colillas ni en las playas ni en la calzada". "Deberían llevar un cenicero portátil, que cuesta menos de cinco euros", ha añadido.

Con todo este éxito, Garau ha hecho un llamamiento para que "todo el mundo visite durante esta semana su playa preferida, recoja colillas, suba fotos al Facebook y vaya al evento programado para el próximo jueves día 24 de agosto en el Parc de la Mar para hacer una foto de denuncia".