La preocupación crece al mismo ritmo que el malestar. Y va mucho más allá de las asociaciones y patronales que tratan de frenar el exceso: está en la calle. Tanto es así que una petición planteada en change.org para que se ponga "fin a la falta de civismo y a la suciedad" en Platja de Palma, Palmanova y Magaluf ya ha captado 14.289 firmas de ciudadanos concienciados.

Los impulsores de la campaña explican las razones de la indignación: "Personas vomitando y orinando en la calle, gente lanzando botellas al mar, plásticos, papeles, cristales y todo tipo de suciedad en la calle y en la arena; escenas de sexo en público, exhibiciones nudistas, jeringuillas en la playa, gritos y peleas continuadas, megáfonos y música continuidad, coches dañados en actos vandalismo, faltas de respeto a los residentes, agresiones a los transeúntes, ambulancias atendiendo comas etílicos en pleno día, peleas y balconing: todo es y mas se ve día y no che en las zonas de s´Arenal, Platja de Palma, Palmanova, Magaluf y Punta Ballena. Los residentes no podemos convivir más con este tipo de turismo del todo vale", resumen, apuntando a muchos de los ejemplos de incivismo que recogía Diario de Mallorca en su edición de ayer.

Para solucionarlo, vecinos y empresarios reclaman a todas las instituciones públicas que hagan uso de las competencias que cada una tiene para perseguir de forma efectiva, sancionar con contundencia y regenerar unos espacios públicos que hace tiempo, dicen, que no están a la altura ni de las reivindicaciones de los ciudadanos de la zona, ni de las inversiones multimillonarias de las empresas. "La inseguridad en las calles, el vandalismo, la venta ambulante son síntomas de una enfermedad que es el turismo de borrachera, que tiene una raíz clara", argumenta el presidente del colectivo vecinal Ciutat de s´Arenal, Biel Barceló, que como la policía y los empresarios apunta como origen de todos los males a los templos de la venta masiva de bebida barata.

Por eso el movimiento vecinal está dispuesto a trabajar codo con codo con la plataforma de empresarios que se han unido para combatir el exceso. "Apoyaremos a todos los empresarios capaces de ofrecer publicidad adecuada para sacar a la luz el potencial que tienen el Arenal y la Platja de Palma para ser un destino de referencia de calidad, y no de borrachera, con un turismo cívico y respetuoso".