Toni Celià se encuentra pasando unas semanas de vacaciones, "la estancia más larga en cinco años", en compañía de su esposa, también poblera, Violeta, y de su hija de tres años, Carme. Llegaron procedentes de New Jersey el pasado 26 de julio y nada más aterrizar en la isla, el joven científico pobler participó en una charla coloquio organizada por el Ajuntament de sa Pobla, "Poblers al món", acto programado en el marco de las fiestas populares de Santa Margalida y Sant Jaume, que abarrotó de público la amplia sala de exposiciones del Museu de Can Planes.
-¿Cómo valoraría la acogida que le han dado sus paisanos, no sólo en el mencionado acto, sino en general?
-Siempre es muy satisfactorio ver que la gente, que te conoce y te ha visto crecer, te apoye y demuestre interés por lo que haces. Fue bastante emocionante y todo un placer poder dar a conocer mejor lo que estamos haciendo.
-¿Con qué recuerdos se queda de aquella sa Pobla, todavía no tan lejana, de su niñez y primera juventud?
-Mejor hablar en presente porque nunca me he ido de sa Pobla. Aunque físicamente haya estado fuera, nunca he dejado sa Pobla emocionalmente, ni en el día a día. Es un pueblo rico en su gente con un ´caliu´ único como en pocos sitios.
-¿Unos personajes poblers que hayan influído en su formación personal y profesional?
-Más que un personaje ha sido el carácter pobler en general de gente trabajadora y a la vez cercana unos a otros, nos hacemos más fuertes juntos. En sa Pobla hay muchos grandes personajes y muchos han sido referentes para mí, cada uno a su manera. Además de mi familia, amigos y la gente de mi quinta es de los que he aprendido más. El conjunto de todos es lo que me ha enseñado y moldeado mi forma de ser.
-¿Cómo ve su pueblo hoy, a diferencia del que le vio nacer y crecer?
-Es un poco más grande y más influenciado por la globalización en general con las nuevas tecnologias. Los sitios van cambiando a medida que cambian los tiempos y se modernizan las sociedades, Mallorca está cambiando mucho. Es inevitable y tenemos que arropar los cambios y la gente que viene para conservar la esencia del pueblo y que se sientan parte de ello. En realidad, estoy convencido de que los poblers no tendremos problemas en conservar nuestro carácter a nivel de comunidad, aunque las dinámicas del día a día son muy diferentes a las de hace 50 años.
-¿Un lugar, un paisaje pobler que más añora desde la distancia?
-Gente en la calle y "a la fresca". Y como paisaje emblemático, los molinos en los campos sacando agua del "safereig" con la Serra de Tramuntana de fondo.
-¿Algún aroma perdido?
-El aroma de cuando se encienden los "foguerons" de Sant Antoni.
-¿Qué priorizaría a la hora de elegir dónde o cómo se debería invertir de cara a un futuro mejor para las actuales y futuras generaciones de su pueblo?
-En mantener la historia y sentimiento del pueblo, seguir promoviendo y favoreciendo las actividades lúdicas y culturales, que son muchas y muy buenas con alta participación ciudadana. A nivel de estructuras, evitar la expansión de grandes pisos, rehabilitar casas viejas y evitar polígonos cerca del núcleo urbano. Por encima de todo, mantener el pueblo como un pueblo.
-¿Cómo definiría el carácter o espíritu del pobler, en general?
-El carácter de los poblers y pobleres es genuino, luchador, espontáneo y afable. Muy auténtico.
Creo que sa Pobla no destaca por su físico pero sí por tener un carácter único: la belleza es interior y podemos presumir de ello. Visca sa Pobla!
