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Lletra menuda: ´Okupas´ del alboroto político, por Llorenç Riera

El periodo de adaptación ha sido largo y, a la vista de los resultados, más bien traumático y contradictorio para el líder de la oposición y del PP. ¿Se puede cuestionar la tibieza desde la ausencia? Biel Company acaba de hacerlo en periodo vacacional y en pleno revuelo de recolocación y recalificación de alquileres vacacional, para que así se note menos que él ha estado de asueto en tiempo de decisión y compromiso y que su partido se traba con la definición y la gestión turística.

Mal pronóstico. Una "ley frankestein" de inoperancia reconocida por sus propios autores, no será mejorada con la contribución de la oposición, un PP que ahora reclama el pacto de Estado sobre turismo que negó desde el Govern y se presta a admitir "determinadas condiciones" del alquiler vacacional en los plurifamiliares ignorados por Carlos Delgado. La única novedad está en el reconocimiento de que el PP necesita poner orden y criterio en casa antes de que su presidente vuelva a asomarse ante la opinión pública.

Así las cosas, solo hemos topado con okupas de la oportunidad y el revuelo político. Francina Armengol no volverá de vacaciones para replicar a Company. Los titubeos del líder del PP le permiten tal licencia, mucho más cuando ni siquiera se ha movilizado ante atascos reiterados, colapso ocupacional y contestación, en modales y formas muy distintas. Además, dar la cara ahora significa mostrar la sudoración que conlleva la supervivencia del Pacte.

Por lo que respecta a Company, hecha la comparecencia estival, es muy probable que vuelva a su letargo y, si es posible, dotar de cierta uniformidad y cohesión a la formación que preside. Su mayor interés radica en alcanzar las elecciones en un tránsito que se le está haciendo demasiado largo y penoso. Su apuesta pasa por pensar que el Pacte no necesita ayuda para perder.

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