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Entrevista

Rafael Ballester: "La acumulación de turistas comienza a ser perjudicial para las ventas del comercio"

"Las rebajas como fenómeno social han muerto y su reclamo apenas se mantiene durante quince días"

Rafael Ballester afirma que "el comercio ha cambiado más en los últimos cinco años que en los 50 anteriores". M. Borrás

P Se ha superado ya el ecuador de las rebajas de verano y el balance que se hace desde el sector no es lo bueno que se esperaba.

R Las rebajas como fenómeno social han muerto. Tras la liberalización impulsada por el Gobierno del PP en 2012 han ido menguando, y aunque se ponga en los carteles sus dos meses de duración, su reclamo apenas dura quince días. Las rebajas nacieron para que el comerciante pudiera desprenderse de sus stocks y limpiar los almacenes, y no para vender más, y al final las hemos basado básicamente en los precios, que ya están bajos todo el año, así que han perdido su sentido. La liberalización no ha sido buena, e incluso alguna gran superficie ya admite que sería positivo volver a fijar periodos de rebajas.

P ¿Que balance hace de las de este verano?

R La tendencia es a la baja respecto al pasado año. Las ventas están siendo un 2% inferiores a las de 2016un 2% inferiores a las de 2016, pese a que esperábamos que crecieran. Hemos pinchado. A fecha de hoy, nadie habla de rebajas.

P ¿La crisis nos ha puesto a todos en nuestro sitio y ya no se compra por capricho sino por necesidad?

R La crisis nos ha enseñado a todos a comprar por necesidad y además el precio se ha vuelto muy importante.

P Al margen del periodo de rebajas, ¿qué balance se hace de lo que llevamos de temporada turística?

R Estamos hablando de ventas similares a las del año pasado, que fueron buenas, a pesar de que tenemos más clientes. Hemos llegado a un punto en el que quizás deberíamos de plantearnos la concentración de turistas que se está dando en las mismas fechas. El otro día me decía un comerciante de la calle Sant Miquel que este vial se ha convertido en un río de gente que no puede ni mirar los escaparates. La acumulación comienza a ser perjudicial para las ventas, y deberíamos buscar un equilibrio. Es muy bueno que vengan turistas y nos encanta que compren en el pequeño comercio, pero habría que buscar fórmulas para repartirlos por más zonas y durante más meses del año. Debemos replantearnos el modelo y ver cómo minimizar esta saturación para ser más sostenibles como destino. No debemos seguir creciendo en cantidad, sino en calidad, y hay que buscar que la economía isleña se desarrolle con bases más sólidas. Alerta con la frase morir de éxito.

P ¿El comercio mallorquín mantiene una gran dependencia de la demanda turística debido a la debilidad de la local?

R Los residentes han perdido algo de miedo a gastar gracias a la recuperación del empleo, pero los salarios apenas han crecido. Precisamente los comerciantes hemos sido los primeros en dar un paso al frente y aplicar una subida sustancial de las retribuciones, porque nuestros trabajadores son también nuestros clientes. Las empresas debemos redistribuir lo que estamos ganado. Pero mucha gente lleva años cobrando lo mismo, y la dependencia de lo que gasta el turista sigue siendo muy alta. A los británicos y alemanes se están sumando ahora los nórdicos, que tienen un poder adquisitivo alto.

P ¿El invierno sigue siendo una travesía por el desierto para el sector?

R Para el sector ha sido muy buena la apertura de nuevos hoteles en el centro de Palma, porque ha permitido traer a turistas fuera del verano. Pero la travesía sigue siendo larga, y entre noviembre y febrero la situación es difícil, porque el residente apenas crece y no consume más, mientras que sigue aumentando la oferta de centros comerciales.

P El Govern pone a su sector como ejemplo de mejora de calidad del empleo tras haber aceptado una subida de los salarios. ¿Los demás empresarios, especialmente los turísticos, deben de hacer lo mismo?

R Cada empresario conoce su sector, pero desde una óptica general, si repartimos más la riqueza nos puede ir un poco mejor a todos.

P Un presidente anterior de Afedeco defendía que había también un exceso de pequeño comercio. ¿La situación sigue?

R La crisis ha llevado un poco a su sitio al sector. Hay que tener en cuenta que el comercio ha cambiado más en los últimos cinco años que en los 50 anteriores, en parte por internet, que lo ha transformado todo. Hablamos de moratorias, de si sobran centros comerciales... pero la asignatura pendiente es regular la venta online, que continúa creciendo exponencialmente todos los años con cifras de dos dígitos. No se puede limitar, y todos debemos sumarnos, pero debe regularse en el ámbito europeo.

P ¿El principal oponente del comercio tradicional son las grandes superficies o es internet?

R Hace dos años hubiera contestado que las grandes superficies. Ahora no lo tengo tan claro.

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