La Delegación del Gobierno en Baleares ha anunciado hoy, que ha propuesto sancionar con una multa de 1.200 euros al miembro de Arran responsable de la protesta contra un restaurante del Moll Vell de PalmaMoll Vell de Palma, el pasado 22 de julio. Esta acción contra la saturación turística fue difundida por la entidad independentista día después de que se llevara a cabo por medio de las redes sociales.

Relacionadas

La Delegación del Gobierno ha explicado en una nota, que la Policía Nacional denunció a una persona que responde a las iniciales A.M.M. como responsable de esa concentración de protesta no autorizada en la que participaron cerca de 40 jóvenes "portando pancartas reivindicativas en contra del turismo, botes de humo de color rojo y al menos dos bengalas".

Según la citada nota, A.M.M. se atribuyó la responsabilidad de esta acción ante los agentes de la Policía Portuaria que acudieron al restaurante y que, posteriormente, contactaron con la Jefatura Superior de Policía para dar aviso de lo sucedido. "Se le considera organizador o promotor de la misma, con arreglo a lo dispuesto en el artículo 30.3) de la Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo, de protección de la seguridad ciudadana", ha señalado la Delegación del Gobierno.

Precisa la nota de la Delegación del Gobierno que al ataque se le aplican una infracción administrativa grave por el uso de artículos pirotécnicos sin autorización que conlleva una sanción de 900 euros. También propone una segunda infracción leve por celebrar una manifestación en lugar público sin permiso, y por esta propone una sanción de 300 euros al cabecilla.

La Delegación del Gobierno ha apuntado que una vez notificado el presente acuerdo, el responsable de los hechos dispondrá de un plazo de 15 hábiles para realizar el pago voluntario con reducción de la sanción de multa del 50 por ciento, o formular las alegaciones y proponer las pruebas que estime oportunas.

"Una serie de personas irresponsables no puede dañar nuestra imagen e incomodar a los turistas que nos visitan. Una cosa es la libertad de expresión, pero la libertad de uno acaba cuando empieza la libertad del otro. Desde el Gobierno de España y esta Delegación seremos contundentes contra las personas que incomodan a nuestros turistas, montan estos shows y atentan contra nuestra principal actividad económica, tanto en Baleares como en el resto de España", ha apuntado la delegada del Gobierno en Baleares, María Salom.