La mayoría de los turistas se han concentrado hoy en la ciudad y han dejado de lado las playas debido al mal tiempo. Las entradas de la ciudad y las autopistas de la isla se han colapsado y han dejado retenciones de hasta dos horas.

A media mañana, las paradas de la EMT a rebosar esperaban a que llegara un vehículo que no llevara el cartel de ´bus complet´ para conseguir acceder al centro de Palma.

En en s'Arenal y en Can Pastilla se han formado grandes colas en las paradas del transporte público y conseguir un taxi era una tarea imposible. El transporte interurbano también ha sufrido complicaciones: muchos de los usuarios habituales del TIB, sobre todo los que se dirigían a sus lugares de trabajo, han mostrado su indignación en las redes sociales por los retrasos en las líneas. Las entradas de los aparcamientos del centro de la ciudad han sido también puntos de gran afluencia de coches, donde las bocinas de los vehículos han sido las protagonistas.

Los comerciantes de Palma han notado favorablemente el aumento del tráfico de personas y aseguran que es algo típico durante el verano: "Se nota que llueve y no han ido a la playa, hay mucha más gente", ha explicado Gabi, una vendedora de la plaza Major.

En toda la isla

Las retenciones se han producido en carreteras y autopistas de toda la isla, como en las salidas de Manacor hacia Palma. El jefe de la Policía Local de Manacor ha afirmado que no recordaba un atasco tan acentuado en la zona desde hacía décadas.