La protesta que llevó a cabo en julio pasado en Palma la entidad juvenil Arran contra el turismo de masas y que difundió el martes en un vídeo colgado en las redes sociales continuó ayer sumando reacciones de condena de distintos dirigentes políticos del país.

Uno de los más contundentes fue el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, quien tachó de "fascistas" las acciones contra el turismo en Balears y Barcelona, al tiempo que confió en que este tipo de protestas no se reproduzcan en Galicia. "Yo no puedo asegurar que estos actos no se produzcan en Galicia", declaró, pero recordó que esta comunidad es "lugar de acogida de peregrinos desde el siglo IX" y se caracteriza por ser un encuentro de pueblos diferentes en un clima de "cordialidad".

Advirtió además que la violencia contra el turismo "no tendrá amparo del gobierno ni tendrá ningún amparo institucional", ya que "ese tipo de actitudes fascistas" no tienen lugar en Galicia.

Por su parte, el president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, aseguró que su gobierno está en contra "de cualquier hito de violencia" contra el turismo, por lo que garantizará "siempre" la seguridad de todos los ciudadanos que opten por veranear en la Comunitat Valenciana, aunque precisó que en este territorio "no hay un problema que pueda tener esa derivada en ningún caso".

Al respecto el consejero de Presidencia y portavoz del Gobierno de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, achacó los ataques al turismo a "la radicalización" y al "nacionalismo radical", del que dijo que hay que "repudiarlo, lamentarlo y combatirlo con la policía y con la Justicia".

"No podemos permitir que esto ocurra en nuestro país, que es un gran centro de atracción de turistas y siempre ha sido famoso por su amabilidad con quienes nos visitan", señaló el portavoz del Ejecutivo autonómico.

El consejero madrileño defendió, muy en la línea de Rajoy, que el turismo "es algo interesante para la economía, pero también es algo que engrandece a nuestra región y a nuestro país".

Más críticas

El consejero de Turismo y Deporte de Andalucía, Francisco Javier Fernández, afirmó que no le preocupan los ataques al sector turístico como los que se han dado en Cataluña y Balears, argumentando que "Andalucía no tiene ese problema". El titular de Turismo diferenció a Andalucía de destinos como Balears, donde según Fernández hay "un problema porque tienen monocultivo en el turismo".

La alcaldesa accidental de Valencia, Sandra Gómez, rechazó las "protestas violentas" de Arran y señaló que en la capital del Turia no son "bienvenidas" ya que el ayuntamiento acepta "cualquier tipo de crítica hacía las medidas turísticas, pero lo que no respetamos son las manifestaciones violentas", señaló.