Mallorca está saturada. Más que una percepción, es una realidad que ha arraigado y se ha extendido entre una amplia mayoría de residentes. Un rotundo 82% considera que la isla sufre saturación, y un 74% afirma que como consecuencia se produce un consumo abusivo de los recursos: agua, energía y recogida de basuras. La opinión de que los núcleos urbanos están masificados es incluso mayoritaria: un 88 %. Son datos de una encuesta de la Fundación Gadeso que pretende tomar el pulso a la ciudadanía durante una nueva temporada alta de récord.

La saturación turística, sufrida por residentes y endulzada por los gestores políticos, se ha colado en todos los debates. Particularmente en un verano en el que ha eclosionado el fenómeno del alquiler turístico pillando a contrapié a un Govern que rozó el esperpento cuando llegó el momento de aprobar la ley que debía poner orden en esta polémica actividad.

También son clara mayoría los residentes en Mallorca que ven saturación en las carreteras principales (79%), secundarias (73%) y en las playas y sus accesos (76%). Estas cifras vendrían a reforzar la decisión del Consell de restringir el tráfico en zonas particularmente transitadas por los turistas como sa Calobra, Formentor y el Port de Valldemossa.

División con los cruceros

Resulta llamativo que el colapso que sufre la isla en temporada alta también sea un problema para los propios turistas. Gadeso preguntó a los visitantes el pasado mes de julio y el resultado fue un suspenso rotundo por la mala relación precio-calidad, la limpieza, el ruido y la deficiente calidad de la oferta cultural, gastronómica y comercial. Y por "la saturación" de un destino que aquel verano de 2016 ya registró un máximo histórico.

La encuesta, realizada a una muestra de 900 personas durante este mes de julio, también se fija en la valoración ciudadana en torno a los cruceros, un sector que genera una fuerte división. El 44 por ciento de los ciudadanos encuestados arrojan una valoración positiva de una actividad que, consideran, genera ingresos en los comercios y locales de restauración de la ciudad. Por contra, un 42 por ciento cree que la isla recibe demasiados cruceros, y que ese exceso incide en la saturación de los emplazamientos turísticos.

Los ciudadanos preguntados en la encuesta también suspenden al Govern en materia de turismo. Solo un 35 por ciento considera que la gestión de la conselleria que dirige Biel Barceló es "buena". El resto la califican de "regular" (30%) o "mala" (20%). El 15% de los encuestados dijo no tener opinión al respecto.

El Ejecutivo de izquierdas tampoco sale airoso en la comparación con el anterior Govern del PP. Un 37% consideran que la gestión actual es "mejor", pero una mayoría de encuestados la valora como "igual" (34%) o "peor" (17%). El 12% restante expresó su desconocimiento.

Pese a la saturación, los mallorquines siguen reconociendo en el turismo el principal motor económico de la isla. Pero también esa creencia se ha ido matizando con los años. Un 47% afirma que "es la base de nuestro bienestar". Para un 29% la actividad turística ha abierto a los residentes "a otros modos de vivir". Pero lo que resulta llamativo es que solo para un 21% por ciento de los encuestados el turismo "genera puestos de trabajo".

Hace años la llegada de visitantes era para los residentes sinónimo de empleo. Ahora todo se matiza. De este modo, un 83% considera que hay una "excesiva dependencia" de esta actividad. Y un 77% cree que el turismo va asociado a "salarios y contratos de baja calidad".

En cualquier caso, las dos mayores debilidades de la actividad turística que señalan los encuestados no tienen que ver con cuestiones laborales. Un 88% apunta a una "excesiva estacionalidad" -un clásico- y a una "excesiva ocupación del territorio y de las infraestructuras". Es decir, otra vez la famosa saturación.

La encuesta de Gadeso pide a los ciudadanos encuestados que hagan una proyección de futuro para esta misma temporada alta. En opinión del 90% crecerá el número de turistas con respecto a la campaña anterior. Un 80% vaticina que "se incrementarán los beneficios de los empresarios" y, atención, solo un 21% cree que esos réditos económicos se traducirán en un aumento de salarios, mejores condiciones laborales y un mayor bienestar social.

Mejorar el producto turístico de Mallorca pasa por proteger el territorio (86%), diversificar (69%) y reconvertir zonas maduras (53%), según los encuestados.