Seis toros murieron ayer en la que puede ser una de las últimas corridas en Mallorca sólo tres días después de que se haya aprobado la ley que prohíbe su muerte. A falta de la entrada en vigor de la nueva regulación, la Plaza de Toros de Palma vivió un nuevo espectáculo taurino que empezó al grito de "libertad" de la afición, consciente de que el futuro del espectáculo está ahora en el aire.

El más de medio millar de aficionados taurinos que se dieron cita para seguir las faenas de los matadores Juan José Padilla, David Fandila 'el Fandi' y Sebastián Castella reivindicaron la fiesta al inicio y al final con gritos de "libertad, libertad, libertad", en la misma semana que PSIB, Més y Podemos han prohibido la muerte del toro en las plazas de la isla.

La nueva regulación, que tampoco permite herir al astado que esté más de diez minutos en el ruedo, ni el uso de banderillas, estoques o espadas, no entrará en vigor hasta la próximas semanas, lo que permitió que la corrida de ayer se pudiera celebrar con su desarrollo tradicional, de la misma manera que podrá celebrarse la próxima semana la que podría ser la última corrida en Mallorca.

Con el futuro de la fiesta en el aire tras el anuncio de recurso al Constitucional del Gobierno de Mariano Rajoyanuncio de recurso al Constitucional del Gobierno de Mariano Rajoy, además de los seguidores taurinos, acudieron a la cita un centenar de manifestantes animalistas, que se concentraron frente a la plaza al grito "asesinos", "Mallorca no asesina, Mallorca antitaurina" o "las corridas, en la cama". Si bien la enorme presencia policial -cerca de medio centenar de agentes de la Policía Nacional y seis vehículos- impidió que se produjeran incidentes entre taurinos y animalistas, fueron inevitables los enfrentamientos verbales: -"¡Psicópata!".

-"Psicópata tú, gilipollas", se replicaron.

Los aficionados taurinos acudieron al espectáculo conscientes de la nueva regulación y de que el futuro de los toros, tal y como los conocen, está en el aire. Sin embargo, aseguran que "está no será la última corrida". "Cada año tiene que ser la última y esta tampoco lo será", valoró a la entrada del Coliseo, Antonio Calderón. ¿Se imagina los toros 'a la balear', sin sangre ni muerte? "Eso sería una pantomima, los aficionados no irían. No sería nada", tiene clarísimo el veterano aficionado taurino.

Ahora, el futuro de la fiesta está en el aire. Pese a la nueva regulación que impide matar al animal, el Gobierno ya ha anunciado que recurrirá la ley, lo que de forma automática supondrá la suspensión de la norma hasta el año que viene. La suspensión dejará sin efecto la nueva ley, pero tampoco tendrá mayor impacto al no haber programadas más corridas que la de ayer y la del próximo jueves. Luego, la prohibición volverá hasta que el Tribunal Constitucional se pronuncie y dicte sentencia.

'Colegialito' cayó pese a la ley

De momento, ayer tuvo lugar una nueva corrida. Y apenas llegadas las diez de la noche cayó Colegialito, el primer toro en salir al ruedo, a manos del torero Juan José Padilla, en un Coliseo balear que quedó a la mitad de su aforo.

Entre los asistentes se pudieron ver numerosos menores, algo que la nueva ley sanciona con multas de hasta 100.000 euros pero que tampoco está previsto con la actual regulación, que prevé multas de hasta 10.000 en los casos en los que hay reincidencia. Y ese es el caso de la plaza de toros de Palma. Una aficionada taurina relataba que en la taquilla le habían advertido que no podían entrar menores, pero que al ver al resto había llamado a su marido para que trajera a su hija de 8 años. "Desde los tres años la llevo a los toros. Vamos a todas. A las de Alcúdia, la de Muro y las de aquí. Cuando le he dicho que no podía venir se ha quedado triste. Al final, vendrá", relataba la aficionada, inconsciente o no, que la entrada de menores a los toros está prohibida.

Palma apela para ser antitaurina

Palma

Mientras la prohibición de matar al toro va camino del Tribunal Constitucional, también quedará en manos de los tribunales la declaración de Palma como ciudad antitaurina -una de las primeras medidas del actual equipo de gobierno municipal-. Después de que los juzgados de Palma hayan tumbado el punto que pide que no se puedan celebrar espectáculos taurinos en la ciudad por el recurso de la Fundación Toro de Lidia, el Ayuntamiento de Palma comunicó ayer que apelará la decisión judicial. El equipo de gobierno de Cort se reafirmó ayer en su "voluntad de declarar Palma como municipio antitaurino y libre de maltrato animal", informó en un comunicado el consistorio.