El Parlament balear vota hoy la ley que da forma a los toros "a la balear", es decir, sin sangre, sufrimiento, ni muerte del animal. Salvo sorpresa mayúscula, como la que la semana pasada mutiló en el último instante y por acción combinada de Podemos y el PP la regulación del alquiler turístico del Govern de PSOE y Més, los tres partidos del Pacto (PSOE, Podemos y Més) sacarán adelante la regulación de los espectáculos con animales, en la que se da cabida, con restricciones, al correbou de Fornalutxcorrebou.

Si las previsiones esta vez se cumplen, la iniciativa legislativa verá la luz con el aplauso de los grupos del Pacto y la oposición de PP y Ciudadanos, que insisten en que la normativa balear roza la inconstitucionalidad, al interferir con leyes estatales. De hecho, este es el segundo proyecto de ley que se ha presentado para regular las corridas de toros en las islas, ya que el primero directamente pretendía prohibirlas, lo que invadía competencias estatales al estar declarada la tauromaquia patrimonio histórico y cultural, e iba en contra de sentencias en el mismo sentido.

Por ello, la propuesta inicial debió modificarse para encajar en la ley estatal, dentro de las competencias propias marcadas en el Estatuto de Autonomía, y con el fin de evitar futuros reveses jurídicos, según explicaron PSIB, Més y Podemos.

La ley que prevé aprobar hoy el Pacto en un pleno extraordinario permitirá las corridas en las islas, con un máximo de tres toros que no podrán ser ni heridos con las banderillas, ni ajusticiados con la espada, en una faena que durará un máximo de diez minutos, y con controles antidopaje para animales y toreros.

La ley contra la violencia con los animales, sí permitirá el correbou de Fornalutxcorrebou, aunque establece que el toro tampoco podrá ser maltratado durante la fiesta, ni matado al finalizar el espectáculo, mientras un veterinario deberá certificar que el animal ha sido tratado correctamente.

La normativa balear velará además para que en ningún espectáculo se maltrate ni se mate a los animales y, en el caso de las corridas de toros, se prohíbe la presencia de caballos, y la venta y consumo de alcohol en las plazas, a la vez que se eleva de 16 a 18 años la edad para presenciarlas.