El Grupo de Blanqueo de la Policía ha entregado en el juzgado un amplio informe sobre el cuaderno manuscrito que entregó la testigo clave del caso Cursach. Y la conclusión que alcanzan los investigadores es que el documento es auténtico.
En la libreta manuscrita aparecen numerosos nombres, con sus correspondientes números de los documentos de identidad (DNI). Esta parte de la agenda no ha sido entregada a las partes, precisamente, para que no se identifiquen nombres que nada tienen que ver con la trama corrupta. Sin embargo, ello no quiere decir que estas identidades no se hayan investigado, no tanto porque se pretenda acusar a estas personas de un delito, sino para comprobar si son nombres inventados o, en cambio, responden a la realidad. La Policía ha comprobado, rastreando en el sistema informático, que los números de identidad que aparecen reflejados en este documento responden en efecto a la identidad que aparece escrita. Y lo mismo ocurre con los números telefónicos anotados, que también son líneas a nombre de las personas que aparecen señaladas en este cuaderno.
El documento manuscrito no era, en ningún caso, un libro de contabilidad del burdel, sino más bien un método que utilizaban las dos dueñas para dejarse recados. Las dos socias pocas veces coincidían en el piso de la calle Lluís Martí, y una forma para comunicarse era dejarse notas escritas, sobre todo cuando se tenía que organizar un determinado encuentro sexual para un cliente que lo solicitaba.
Tanto José María Rodríguez, como Álvaro Gijón, cuyos nombres aparecen numerosas veces escritos en este cuaderno, ponen en duda la autenticidad de la prueba, puesto que apenas figuran fechas. Creen que lo lógico es que, si se tratara de una agenda del negocio, deberían aparecer las fechas.
Sin embargo, la Policía no tiene ninguna duda de que dicha prueba es auténtica, puesto que es casi imposible plantearse que la testigo hubiera anotado en esta libreta tantos datos que responden a la realidad, como por ejemplo los números telefónicos de los dos políticos, como los nombres y sus correspondientes números de identidad de las personas que tenían algún tipo de relación con el burdel.
Muchos de los nombres que aparecen anotados corresponden a las chicas que ejercían la prostitución en este piso. A veces también se apuntan datos personales del cliente, así como su número de teléfono. En el negocio de la prostitución es una práctica habitual anotar el número telefónico de un cliente, sobre todo si contrata la salida de alguna prostituta para que acuda a un determinado lugar. Se trata de una medida de seguridad para la propia mujer que ejerce esta profesión.
Con transexuales
Antes de que se conociera el contenido de la agenda, la testigo lo explicó ante el juez Penalva. La mujer, al referirse a Rodríguez, explicó que en ocasiones "pedía además de sexo con hombres, también con transexuales". En concreto, "quería a un hombre brasileño". En el cuaderno se cita una factura de 27.450 euros por una orgía que, según la testigo, abonó Tolo Cursach. La autora de este documento explicó que se cobró el precio de 15 botellas, "dos chicos durante 10 horas y tres chicas durante 16 horas".
Mut y Vera
La testigo también ratificó en su declaración ante el juez y el fiscal la veracidad de las anotaciones que se refieren a Joan Mut y a Antoni Vera, los dos exjefes de la Policía Local de Palma. Sobre el primero, afirma que llevó prostitutas a la discoteca Tito's para que mantuvieran relaciones con Mut y con un amigo suyo. Facturó 8.000 euros. Sobre Antoni Vera, que no quiso mantener un careo con la testigo, ella también se ratificó en la anotación que realizó en su cuaderno. Explicó que el significado de dicha anotación es que "Vera venía a Tito's a buscar a una de las chicas que la declarante llevaba a las fiestas de los policías locales". Identifica a dos de ellas. Sobre la tercera escribe signos de interrogación, por cuanto afirma que se trata de la chica "a la que Vera retiró y le montó un piso para que no continuara ejerciendo la prostitución y que en exclusiva tuviera sexo" con él. En definitiva, "que la convirtió en su amante". Los investigadores sospechan que Vera no acudía a las fiestas que se organizaban en Tito's para policías locales, pero sí se acercaba a la discoteca para recoger a esta chica, llamada Karina, cuyo paradero actual se desconoce.
No hacía falta justificarlo
En una de las tres declaraciones que realizó la mujer se le preguntó sobre un apunte que se refiere a Rodríguez. "Viene con Andrés PP. 23.000 euros, avisar a Tolo (Cursach), justificar?" La madame aclaró que debido al elevado importe de la factura, quería hablar con el empresario para que le dijera si era necesario justificarle el desglose de dicha factura. "Cursach me dijo que no era necesario justificarlo". La testigo ha entregado dos documentos en los que se certifica que por las entrevistas que ha concedido a dos cadenas de televisión nacionales no ha cobrado ni un solo euro por ello.
Por otra parte, hace unos días la Policía se desplazó a la sede del PP para conocer información sobre un teléfono anotado en la agenda, que aparece a nombre del partido. Allí se certificó que se trata del celular que se entregó a José María Rodríguez para su uso personal. Esta información quedó reflejada en un atestado.
