Nueva vuelta de tuerca en el polémico alquiler vacacional. Un vecino de la Platja de Palma que se quejó reiteradamente de los ruidos que provocaban los doce turistas que pernoctan en la casa contigua a la suya recibió como respuesta un burofax con la amenaza de llevarle a los tribunales.

El vecino, jubilado y residente en la zona de Las Maravillas desde hace veinte años, explicó en conversación con este diario que lleva meses sin poder conciliar el sueño porque los turistas -casi siempre grupos de jóvenes- se instalan en la terraza de la vivienda hasta bien entrada la noche provistos de bebidas alcohólicas. "Habitualmente disponen de un carrito del Mercadona que llenan con botellas. Están de vacaciones y a medida que van pasando las horas el ambiente se va calentando con gritos, cantos y música", indicó este vecino, que prefiere mantener el anonimato.

El afectado ha repartido sus quejas entre la Policia Local, la conselleria de Turismo, sus incómodos vecinos y Easy Rent, la empresa que gestiona el alquiler turístico de la vivienda contigua a la suya y de una veintena en la Platja de Palma. Sus reclamaciones por el "ruido insoportable" que sufre han caído siempre en saco roto, pero lo que no podía esperar es que además le colocaran al borde de una denuncia.

"Su actitud agresiva e irrespetuosa y falta de cualquier tipo de lógica sorprende, incomoda, molesta y violenta tanto a clientes como a empleados generando situaciones de tensión con los mismos absolutamente inecesarias y totalmente rechazables. Esta espiral de tensión y violencia que usted promueve con su actitud podría dar lugar a una situación aún más grave de enfrentamiento personal con las personas que trabajen o residan en la casa, todo lo cual queremos evitar", le advertía el burofax firmado por Juan Luis Tovar, administrador de la vivienda que comercializa Easy Rent.

"Son innumerables y constantes las quejas que nos vienen transmitiendo (...) en base al acoso que viene usted realizando mediante continuas increpaciones, llamadas de atención e intromisiones en su intimidad a cualquier hora del día, sin respetar las horas de descanso de los clientes", incidía el escrito.

"Le requerimos formalmente para que cese con su actitud hostil y de confrontación directa hacia nuestros clientes y empleados, reservándonos cualquier acción que en derecho fuese menester para el caso en que no sea atendida esta justa solicitud y continúe el ya detallado hostigamiento realizado", continuaba el escrito, que para terminar manifestaba "el compromiso" de la empresa "de tener una convivencia pacífica con ustedes y el resto de vecinos".

Tovar declinó dar su versión de los hechos. "Es un conflicto entre vecinos, no queremos darle publicidad", indicó a preguntas de este diario. El vecino, por su parte, negó haberse dirigido con malos modos a los turistas que pernoctan a escasos metros de su vivienda o a los trabajadores de Easy Rent que periódicamente acuden a ella para realizar tareas de limpieza o mantenimiento.

Fuentes de la conselleria de Turismo indicaron ayer que la vivienda está registrada y por lo tanto tiene la licencia para comercializarse como alquiler vacacional. Y subrayaron que los conflictos derivados de ruidos no son de su competencia sino de la patrulla verde de la Policía Local, que debe actuar independientemente de si los implicados son residentes o turistas.

La vivienda, comercializada en Internet como villa Las Lomas, tiene casi todas las noches reservadas hasta mediados de agosto. Una semana, entre el 12 y el 18 de ese mes, cuesta 4.020 euros. Es decir, 335 euros por persona si se cubre el cupo de doce plazas.