El diputado del grupo mixto Álvaro Gijón y el exsecretario general del PP de Balears José María Rodríguez mantuvieron ayer, ante el juez Manuel Penalva, sendos careos con la testigo protegida del caso Cursach que los incrimina en orgías pagadas por dicho encarcelado empresario de la noche y en tráfico de drogas y la llamaron mentirosa. Antes de los careos, el magistrado enseñó a Gijón y Rodríguez la agenda de la testigo, una antigua madame de burdel, donde figuran anotaciones de sus visitas (pagadas supuestamente por Cursach) a una casa de citas y los dos imputados rechazaron la veracidad de esos apuntes.

El primero en ser interrogado por el magistrado y los fiscales anticorrupción Juan Carrau y Miguel Ángel Subirán fue Gijón, defendido por Alberto García Carpallo. El exdiputado del PP y concejal de Palma no asignado, insistió en su inocencia y se desvinculó de las fiestas de sexo, alcohol y drogas en el burdel regentado por la testigo y una socia ya fallecida. Cursach habría costeado esos servicios, al igual que los gastos de José María Rodríguez en el prostíbulo, a cambio de favores de los dos políticos para sus negocios.

El instructor, ante las contradicciones entre la antigua madame y el investigado dispuso un careo, enfrentamiento dialéctico que tuvo momentos de alta tensión.

Deme las fechas

"Es absurdo y falso el testimonio de esta mujer", afirmó Álvaro Gijón tras su salida de los juzgados de Vía Alemania. El imputado insistió en que jamás asistió a esas fiestas y le pidió pruebas a la testigo, especialmente las fechas de sus visitas al burdel de la calle Lluís Martí. El político también rechazó conocer a Cursach.

En una de las anotaciones de la agenda se refieren a Gijón como "El Principito", apelativo que según el político sirve para alimentar el morbo que desata este caso.

El edil de Cort añadió que la madame no le aportó días exactos y se preguntó: "Si no me da fechas concretas es imposible defenderme". Según el político, la mujer a la que los investigadores dan credibilidad, "está mintiendo desde el minuto uno".

Gijón se ofreció para aportar al juzgado su agenda política entre 2011 y 2017 y compararla con las jornadas que señale la declarante. Su abogado añadió que en uno de los apuntes de la agenda figura una anotación de la antigua socia del burdel en 2015, un año en que esa persona ya había fallecido.

José María Rodríguez también rechazó las imputaciones de la testigo y fue sometido a un careo con ésta.

"Jamás he estado en un prostíbulo y jamás he bebido ni me he drogado", afirmó categóricamente el exdirigente del PP ante los investigadores y la declarante.

El también exdelegado del Gobierno en Balears negó haber participado en las orgías desveladas por la madame, unas fiestas que , según la testigo, duraban horas y horas y donde Rodríguez habría mantenido sexo con chicas y chicos y consumido alcohol de lujo.exo con chicas y chicos y consumido alcohol de lujo

"Jamás puede ser verdad"

Rodríguez llamó mentirosa a la testigo y añadió que la versión de ésta "jamás puede ser verdad". El político se mostró algo nervioso durante el cara a cara, pero supo dominar su tensión.

Rodríguez reveló a su salida de la sede judicial, que había aportado al instructor 21 análisis clínicos desde el año 2015, "para demostrar" que no consume drogas.

A preguntas de los periodistas, el también acusado en el caso Over, negó haber organizado fiestas sexuales para nadie y menos aún para agentes de la Policía Local que luego habrían dado un trato de favor a Cursach.

Según José María Rodríguez, la testigo protegido solo había aportado una fecha concreta de su presencia en el prostíbulo, un dato que él piensa contrastar con sus agendas.

Los exjefes de la Policía Local Joan Mut y Antoni Vera están acusados por la madame de cobrar sobornos del hotelero y empresario de la noche Miguel Pascual y también del magnate del ocio nocturno Bartolomé Cursach.

Mut, representado por Jaume Campaner, se acogió a su derecho a no declarar.

Vera, defendido por Felio Bauzá, apenas depuso durante diez minutos. El exjefe de la Policía Local rechazó de plano las imputaciones y se negó a practicar un careo con la testigo: "no conozco a esa mujer y no tiene ningún sentido que contradiga sus palabras".

Vera calificó de absurdo el que hubiera recibido sobres con dinero de Pascual en 2015, cuando el caso judicial sobre la Policía Local estaba en pleno auge.