En Mallorca no cabe un alma, ni siquiera un desalmado más. Sin embargo, la niña madrileña le pregunta estos días a su padre madrileño:
—Papá, ¿has comprado las entradas para Mallorca?
—Son los billetes, hija, y ya los tengo.
Se equivoca el madrileño de esta verídica escena, hasta los niños saben que Mallorca es un parque temático, donde los nativos pagan entrada. Y salida.
Incluso Inma Benito, presidenta no hotelera de los hoteleros, coincidió el pasado lunes en que "convertimos toda la isla en un parque temático", por el influjo del diabólico alquiler vacacional. Desatada, la líder de la patronal colocó DisneyMallorca "al servicio de las grandes empresas que controlan el alquiler turístico ilegal". Casi se le escapa la palabra "mafia", que no es inapropiada.
Benito olvidó un pequeño detalle en su estremecedor relato. Sus hoteleros que no colegas se han sumado con notorio entusiasmo al alquiler turístico. Verbigracia, el hotelero clásico de Cala Rajada, propietario de una de las marcas más caracterizadas de la zona. Destaca además por su conspicuo activismo contra el intrusismo de los ciudadanos que arriendan sus viviendas por noches. Pues bien, este empresario acaba de estrenar un edificio consagrado íntegramente al alquiler turístico que denigra junto a su patronal. "Al servicio de las grandes empresas", ciertamente.
No nos cabe duda de que Benito reprenderá o sancionará al hotelero de Cala Rajada que se ha pasado al lado oscuro. En una primera estimación, la mitad de los hoteleros han catado ya la fruta prohibida. No quieren suprimir el alquiler turístico, solo quieren absorberlo. El conmovedor artículo publicado por Gabriel Escarrer Senior en El Economista no era una denuncia de las ventajas fiscales de los alquiladores ilegales, sino un manual de emulación.
También Ella era progresista, así que le resumo la situación tras dos horas de espera para recogerla en Son Sant Joan:
—El Pacto lo está haciendo tan mal que si Biel Company se tomara dos años de vacaciones, sería el próximo presidente de Balears.
—Y si no se va de vacaciones, la próxima presidenta será María Salom.
María Ángeles Garrido Lorenzo merece un lugar de honor en la historia de Mallorca. Esta fiscal del Supremo no solo exhibe un notable conocimiento de la isla, en su recurso para aumentar las penas de Iñaki Urdangarin, Diego Torres y James Matas. Además, ha ridiculizado a la bonachona Audiencia de Palma y a Pedro Horrach. La recurrente del alto tribunal considera que el cuñado del Rey era un don nadie, ensalzado hasta el rubor por las tres magistradas. El pícaro conseguía los contratos públicos en virtud de su "matrimonio" con Cristina de Borbón, en contra de la fiscalía local. Por eso se llama caso Infanta.
Las penas son lo de menos, el instructor José Castro se queda corto frente a la fiscal Garrido. Para ganar algo de crédito, y porque se trata de un texto histórico, vamos con un fragmento del recurso. La representante del ministerio público reprocha al tribunal que "en cuanto a la considerada decisiva ´fiabilidad que aportaba la persona de D. Ignacio Urdangarin por su posición social y el área de influencia a la que tenía acceso´, es hecho notorio que no requiere prueba que ello solo obedecía a su proximidad, por matrimonio, a la Jefatura del Estado. No se refiere en la sentencia trayectoria empresarial que le hiciera merecedor de especial crédito en el sector. Su condición de ´deportista de élite´ tiene asimismo poco recorrido. Hasta el momento de su matrimonio era una persona anónima, como lo eran sus compañeros de equipo con similar currículum deportivo, solo conocido por los seguidores del deporte que practicaba". Fin de la instructiva cita, elija usted la visión de la "trama" corrupta que le parezca más apropiada. "Trama" es un término de la fiscal, no de la Audiencia subyugada.
Estoy harto de escuchar jeremiadas, quién dijo que vivir en Mallorca es caro. La inmobiliaria Knight Frank pone en venta la impecable finca de Calvià del siglo XV que hoy nos ilustra, al módico precio de 25 millones de euros que la convierten en una de las más caras de la isla. Sin embargo, es una ganga comparada con el precio de un piso por metro cuadrado.
Se jubila Julián Riutord, el CineCiutat con rostro humano. Más de una vez he acudido a ese cine para encontrarme con su hombre para todo. Sin intercambiar palabra, la contraseña de los auténticos mallorquines. Buen trabajo, y un excelente punto de partida en favor de los negocios de gestión local. A los otros sitios, que vayan los ocupantes del Ferrari con placas extranjeras que han provocado el mayor atasco del año en Mallorca. Excelente metáfora que cedemos a Benito. Y si suena despectivo hacia el exterior, es porque lo pretende.
Agustí Villaronga es nuestro equivalente cinematográfico a Miquel Barceló. El cineasta con Goyas rueda en Londres una película de corte documental, sobre la infancia del Rey Faisal de Arabia Saudí. El proyecto está financiado con capital procedente de aquellas latitudes petrolíferas. La producción corre a cargo de Andrés Vicente Gómez, viudo de la inolvidable Concha García Campoy. Vean Estados Unidos del amor, una película sobre la mujer polaca que sería digna de Villaronga o del mismísimo Fassbinder resucitado.
Reflexión dominical urbanística: "Si resides en Mallorca, vives por encima de tus posibilidades".
