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Turismo

La avalancha de vuelos a la isla rebaja los precios de los billetes un 15% este verano

Volar a Madrid y Barcelona cuesta menos que nunca, gracias a la caída de precios del combustible y a una batalla cada vez más encarnizada entre aerolíneas 'low cost' - También se abaratan las conexiones europeas, en una campaña de competencia máxima y récord de vuelos - El problema son los enlaces nacionales, sobre todo con el norte y sur de España: la escasez de oferta mantiene las tarifas muy altas

Una escena de esta semana que se repetirá 164.000 veces este verano: un avión se acerca a la pista de Son Sant Joan. B. ramon

En la isla de los récords bajan los precios. Y mucho: nunca hubo más aviones entrando y saliendo de la isla y por el camino los precios de los billetes entre Palma y los principales destinos han bajado un 15,2% respecto al verano pasado. Son las paradojas de esta Mallorca de la masificación máxima, a la que en plena saturación de sus playas, calles, carreteras y hasta cielos se le reducen las tarifas por volar. No todo podían ser agobios. Aunque en este caso el agobio es parte de la explicación: con más oferta de vuelos que nunca y más de 28,8 millones de asientos de avión en venta para visitar la isla este verano, la competencia entre aerolíneas es tan feroz que las tarifas se reducen en casi todos los destinos. Ocurre en los nacionales y en los internacionales. Tienen los resultados detallados para las principales conexiones con España junto a estas líneas, aunque quédense con una idea: volar a las principales ciudades está más barato este verano.

Denle las gracias por la rebaja a dos factores explicados a este diario desde aerolíneas y touroperadores como Ryanair, Alltours, Eurowings o Norwegian. Primero y fundamental, en la rebaja influye el petróleo barato, que permite a las compañías conseguir combustible asequible para ajustar sus tarifas más que nunca. También estimula su avidez por estrenar más rutas. Así se explica que este verano Son Sant Joan ofrezca 182 conexiones directas y haya abierto nuevas bases de EasyJet, EuroWings o Germania. La hiperactividad de Palma se asienta en una segunda clave de los precios baratos: la desgracia ajena en forma de crisis de seguridad que padecen en destinos competidores del Mediterráneo, amenaza que hace que todas las compañías concentren vuelos en la base a la que todo el mundo quiere viajar, Isla Abarrote, la de los 28,8 millones de plazas de vuelo previstas este verano, también conocida como Mallorca.

Sumen la clave uno a la clave dos y obtienen automáticamente una explicación de síntesis: entre petróleo barato y una demanda récord de Mallorca por la falta de destinos alternativos, la isla y su mercado aéreo viven una competencia entre aerolíneas brutal, disputada al céntimo, de oferta imposible contra descuento inexplicable. Ahí tienen a Norwegian entrando en Mallorca con tarifas de 4,10 euros por volar a Madrid, a las que cuando se le suman las tasas les queda un precio de 24,90, por aquello de que el Estado español que inventó el descuento de residente no se lo aplica a sí mismo ni a su empresa, AENA, que sigue haciendo caja con los residentes, a los que no beneficia con la subvención del 50% en las tasas que sí exige a las aerolíneas en el resto del precio del billete.

Con todo, las tarifas están en mínimos, mientras los vuelos y la conectividad alcanzan máximos. El efecto es especialmente impactante en las dos conexiones que con más frecuencia usan los viajeros de Mallorca: jamás costó tan poco ir a Madrid y Barcelona. El caso catalán describe por sí solo lo efectivo que puede llegar a ser el mercado cuando hay competencia real: este verano, reservando a principios de julio para viajar a Barcelona el viernes 18 de agosto y volver el domingo 20, el desplazamiento cuesta (sin descuento de residente) 55 euros en su opción barata. Y eso son 10 euros menos que hace un año, cuando Diario de Mallorca comprobó con idéntica antelación los mismos vuelos y rutas para las mismas fechas.

La rebaja se produce además sobre el mínimo del año pasado. Si se mira años atrás (Diario de Mallorca repite esta comparativa desde el año 2012), el desplome de precios se hace más patente: en 2012, volar en verano a Barcelona sin descuento de residente costaba como poco 190 euros, frente a los 55 de hoy. ¿Qué ha pasado? Competencia. Pura y dura. Durísima, más bien: hoy en la ruta catalana mandan Vueling, Norwegian y Ryanair, tres de las low cost más agresivas y eficientes de Europa. Su pelea deja Barcelona más cerca de Mallorca que nunca: con descuento de residente, el viaje citado de 55 euros baja a 32,70 euros. Barcelona está así más cerca que Menorca: volar desde Palma a la capital catalana con 50% de descuento de residente sale más barato que ir a Menorca con la nueva subvención interislas del 75% del billete.

Con Madrid pasa otro tanto de lo mismo: la competencia funciona. Ryanair y Norwegian demuestran año a año que se puede ganar dinero ofreciendo tarifas de menos de cien euros entre Mallorca y la capital, contra lo que en su día aseguraron algunas de las aerolíneas que abandonaron la ruta Madrid-Palma. El resultado de la irrupción de las low cost es que el precio veraniego del enlace madrileño ha pasado de los 156 euros ida y vuelta (siempre sin descuento) de la opción más económica del año 2013 a los 62 euros de este verano. Menos de la mitad.

Aunque Madrid y Barcelona son casos especiales: se trata de los dos únicos enlaces con la península que cuestan habitualmente menos de cien euros de tarifa por viaje de ida y vuelta en verano y sin descuento de residente. Fuera de eso, el mercado no funciona tan bien por sí solo. Junto a estas líneas pueden ver el análisis detallado por rutas, que deja una conclusión general: el resto de Europa está más cerca de Mallorca que España. De ahí, del resto de Europa, llegan el 90% de los turistas de la isla, razón que explica que Palma sea el único destino mundial conectados con todos los aeropuertos británicos (sin excepción ni en la isla de Man, en el Canal de la Mancha). También explica la avalancha de aerolíneas, que hace que solo EuroWings ofrezca más vuelos desde Alemania a Mallorca (300 a la semana) de los que operan todas las compañías juntas a destinos de la península distintos a Madrid y Barcelona.

¿Efecto? Pues doble: cada año es más barato llegar a Mallorca desde centro y el norte de Europa, pero resulta más caro alcanzar la isla del sur y el norte de España. En el último año, las excepciones son Bilbao, Alicante y Sevilla, rutas que bajan de precio respecto al verano pasado. Y aún así, los precios llegan a doblar los de los de las conexiones con Madrid, Barcelona, Londres o Berlín, por citar cuatro capitales europeas a las que es posible desplazarse por menos de cien euros en verano.

De hecho, fuera de la península, la pugna inmisericorde entre aerolíneas hace que se pueda volar por menos de 150 euros desde prácticamente todas las grandes ciudades de Reino Unido, Austria y Alemania. Aparecen así tarifas como los 88 euros que vale visitar Berlín en agosto, una cifra que deja claro que, para la isla del turismo alemán, Berlín está mucho más cerca que Galicia, País Vasco, Asturias o Castilla y León. Al menos si la distancia se mide en euros.

La comparativa sirve de paso para desnudar un problema: donde la receta liberal de oferta y demanda no llega, los aviones tampoco. Por eso el norte de España sigue estando igual de lejos de Mallorca, que es muy lejos. Y eso que las compañías también se animan este año a usar el petróleo barato para intentarlo. El problema es que para aprovechar sus ofertas hay que tener disponibilidad para viajar casi cualquier día, algo que la vida y el trabajo permiten a muy pocos. Son las cosas de la insularidad, que sobre todo se percibe y se sufre cuando realmente importa viajar. Y para esos casos no hay low cost que valga en el aeropuerto más buscado por las aerolíneas, el de Isla Abarrote, esta Mallorca que hasta octubre verá aterrizar y despegar 164.000 aviones, 14.000 más que el verano pasado, el de la saturación récord. Al menos hasta ahora.

Las conexiones de la isla con el resto de España

Palma-Madrid, la guerra entre Norwegian y Ryanair se recrudece: nunca fue tan barato conectar con la capital

Cuando las aerolíneas tradicionales huyeron de la ruta Palma-Madrid por la irrupción de las low cost, su mensaje fue apocalíptico: "Ahora los precios se dispararán". Lejos de eso, la conexión es hoy una disputa de aerolíneas de bajo coste: Norwegian contra Ryanair (y lejos de sus precios, Air Europa e Iberia). Resultado: nunca fue tan barato ir y volver a Madrid. Sin descuento de residente, sale por 62€ en el tercer fin de semana de agosto, la mitad que en 2014.

Palma-Barcelona, los precios se mantienen en la ruta más competida, tras la fuerte bajada de 2013

No está en el gráfico, pero la conexión que hoy vale 52 euros, costaba 190 en el verano de 2012. Mucho ha cambiado desde entonces: Vueling, Ryanair y Norwegian luchan sin cuartel por la ruta catalana, que sigue bajando de precio. Ahora ir el viernes 18 de agosto y volver el domingo 20 cuesta 55 euros, que son 10 menos que hace un año. Y con descuento de residente, el viaje sale por menos de 35 euros: Barcelona, con un 50% de descuento, está más cerca que Eivissa con un 75%.

Palma-Sevilla, otra que toca mínimos: la competencia acerca poco a poco Andalucía a la isla

Con descuento de residente y reservando con un mes, este verano se puede ir de fin de semana a Sevilla y volver por menos de 80 euros. Sin la subvención, el viaje sale como poco por 144 euros, tres veces más que la conexión con Barcelona, cierto, pero un 30% más barato que hace apenas cinco años. La tendencia además favorece claramente al consumidor: la bajada dura ya desde 2013. La pugna entre Vueling, Ryanair, Iberia y Air Europa lo explica.

Palma-Valencia, los precios vuelven a subir en una de las rutas más demandadas: faltan frecuencias

Mucha demanda para pocas frecuencias, así que los precios suben. La conexión valenciana es una de las imprescindibles para una isla con decenas de miles de residentes originarios del Levante, pero aún así no acaba de ponerse al nivel de Barcelona. La distancia es similar, pero cuesta el doble. Y eso que en el enlace compiten Ryanair y Vueling, solo que lo hacen con menos frecuencias que en otros destinos. Aún así, ir y volver el tercer fin de semana de agosto cuesta 102 euros sin descuento.

Palma-Alicante, Vueling sigue apretando a Air Europa e Iberia y las tarifas se reducen casi un 50%

La conexión alicantina se apunta una de las mayores bajadas de tarifas del último año, en el que Vueling sigue marcando el paso, ofreciendo los precios más bajos, aunque no en los mejores horarios (volando después de las ocho de la mañana, el precio sube por encima de los 130 euros en el tercer fin de semana de agosto y sin descuento). Con todo, Alicante y Valencia lucen un escenario de precios prácticamente idéntico.

Palma-Asturias, el precio es el mismo, pero ahora hay más conexiones directas que hace un par de años

Los precios que ven junto a estas líneas tienen truco: los de los años precedentes son el vuelo de ida y vuelta de fin de semana más barato, que era siempre con escala en Madrid o Barcelona, pero en esta ocasión el enlace es directo y el precio es similar. Es lo que ganan los muchos residentes originarios de Asturias, que como todos los del norte de España, destacan entre los más castigados por falta de conexiones.

Palma-Bilbao, los precios caen un 12%, pero siguen altos por la escasez de vuelos directos

La ciudad de moda del norte se acerca, pero aún está lejos: llegar allí por menos de 200 euros exige escalas largas o planificar con tiempo. El vuelo directo más barato (los 162 euros que figuran en el gráfico) implican una ida el viernes 18 de agosto a mediodía con Air Europa y vuelta con Vueling el domingo a hora intempestiva. En horarios, más cómodos hay que pagar 200 euros (la mitad con descuento).

Palma-Zaragoza, la conexión entre las dos costas de moda del Mediterráneo se encarece tras perder competencia

La pelea comercial en la ruta que conecta las dos zonas de veraneo más demandadas del Mediterráneo sigue siendo dura (están Vueling, Iberia y Air Europa), pero la renuncia de Ryanair al enlace contribuye a que los precios se eleven un poco. Y no estaban bajos: ir a Málaga es un 10% más caro que a Sevilla. La opción más económica del fin de semana del 18 al 20 de agosto sale por 177 euros (sin descuento) y exige ir y volver a las siete de la mañana.

Palma-Santiago, la escasa oferta estabiliza la ruta en precios altos

El mayor aeropuerto de Galicia está cada vez más lejos de Mallorca: los precios suben sin freno, con el agravante de que los que ven junto a estas líneas son para ir y volver el 18 y 20 de agosto con escala en Madrid o Vueling, la única opción en viernes y domingo. La ofrecen Iberia y Vueling. La ruta también la hace Ryanair, pero solo cuatro días a la semana, con lo que el viaje es de los más caros y engorrosos del mapa de conexiones nacionales.

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