Jaime Lladó, director de la discoteca Tito's, protagonizó ayer un tenso careo con uno de los testigos claves de la investigación del caso Cursach. Se enfrentó cara a cara con el extrabajador de la discoteca, que ha declarado que en el local se organizaban fiestas privadas para policías localesfiestas privadas para policías locales de Palma, además de acusar a los responsables del negocio de dedicarse al tráfico de drogas.

Este careo se realizó a petición del juez Penalva y del fiscal Subirán. Tanto Lladó, que está imputado en la causa, como el testigo aceptaron dicho enfrentamiento cara a cara. La diligencia, que forma parte del secreto del sumario, quedó registrada en vídeo.

Este extrabajador del grupo Cursach es uno de los principales testigos del caso. Hace varias semanas se enfrentó a todos los abogados personados en la causa, ya que el juez Penalva permitió que le interrogaran. El testigo ha sido varias veces amenazado e incluso hace pocos días fue agredido por dos individuos cuando entraba en su domicilio. Uno de los presuntos agresores se encuentra en prisión. Al otro se le está buscando.

Este testigo ha sido muy explícito al detallar las prácticas que se desarrollaban en la discoteca. Afirma que Jaime Lladó controlaba la venta de droga dentro de la discoteca. E incluso explicó el método que se utilizaba para entrar la droga en el local. El testigo afirma que, a veces, se descargaba desde un yate que amarraba en el Paseo Marítimo, y otras veces la entregaba un individuo, que es uno de los policías locales investigados, que acudía con un espectacular todoterreno Hammer y la introducía en la discoteca.

Lladó, que realizó este careo con la asistencia de su abogado, afirmó al entrar en la sala que no conocía de nada al testigo. De hecho, dijo que era la primera vez que le veía. El testigo le respondió diciendo que le extrañaba que dijera que no le conocía, cuando había estado trabajando durante cinco temporadas en la discoteca, que él mismo había aceptado las condiciones que le pidió y le firmó los contratos de trabajo.

En el careo, además, el excamarero fue citando detalles de la vida personal del director de Tito's, sobre todo datos familiares, para demostrar que le conocía muy bien y que no era cierto que era la primera vez que se veían.

"¿Qué te hemos hecho?, ¿porqué quieres hundirnos la vida?", le replicó Lladó al testigo, en un intento para demostrar que estaba mintiendo y que todos los hechos que había narrado no respondían a la realidad. El testigo, sin embargo, insistió en que se limitaba a contar la verdad.

Este extrabajador de la discoteca del Paseo Marítimo no es la única persona que ha declarado ante el juez Penalva y ha detallado el tema de las fiestas y la venta de drogas. Al menos en el sumario aparecen cuatro declaraciones de testigos que identifican prácticamente a los mismos policías y mantienen que eran asiduos a las fiestas privadas donde se consumía droga y se mantenía relaciones sexuales con prostitutas o bailarinas de la discoteca, todo ello a cargo de la dirección.

Precisamente, el testigo que se enfrentó ayer a Jaime Lladó detalló que él mismo había visto como a las bailarinas que se negaban a mantener relaciones con los policías, se les introducía una sustancia desconocida en sus respectivas bebidas, para conseguir que cambiaran de opinión.

Este testigo aprovechó el careo para denunciar ante el juez que hace poco había recibido un oferta económica de una persona que sitúa en el entorno de Cursach. Explicó que le han ofrecido 20.000 euros a cambio de que se retracte de las acusaciones que ha realizado. También le han propuesto que se marche de Mallorca y que no acuda al juicio. Esta supuesta oferta se la habría hecho llegar otro investigado, que le enviaba un mensaje de una abogada, que el testigo identificó con nombre y apellido.

Primer juicio

Por otra parte, el próximo lunes se celebrará el primer juicio derivado del caso Cursach. Se sentará en el banquillo el sobrino del empresario, que está acusado de coaccionar a una testigo antes de que acudiera a declarar. El familiar, Pedro Rosselló Cursach, se encuentra en prisión. El juez ha abortado el intento de presentar testigos falsos.