Ante las quejas de varios aspirantes por supuestas irregularidades en las oposiciones docentes, Martí March salió ayer en defensa de los tribunales, a los que agradeció su tarea, y pidió "calma y prudencia" hasta que acabe el proceso (concluye el próximo día 20). El conseller abogó por "separar las críticas porque no han aprobado de las que son por otros motivos". Recordó que quien no esté de acuerdo tiene la opción de presentar un recurso de alzada o de reposición una vez que acaben las oposiciones: "Entonces haremos una valoración y veremos qué ha funcionado y qué no y si hay que hacer cambios". Hasta que no finalicen las pruebas, el conseller descarta mantener ninguna reunión con los sindicatos como pidió la Junta de Personal Docente. Justo ayer, el sindicato UOB se sumó a las críticas sobre las oposiciones, denunciando que Educación "ha impuesto" prisas a los tribunales para acabar la adjudicación de plazas lo antes posible. La previsión es que las oposiciones acaben el día 20 y que los aspirantes que hayan aprobado las pruebas soliciten plaza los días 23 y 24 y que después se hagan las adjudicaciones a los interinos. Según este sindicato, esas "instrucciones para acabar lo más rápido posible" y "una mal aplicada soberanía de los tribunales" han ocasionado "la mayoría de irregularidades denunciadas", como el tiempo insuficiente para acabar una parte práctica "muchas veces poco relacionada con la realidad de las aulas" o "con enunciados incorrectos o confusos y sin indicar la puntación; con falta de criterios de evaluación claros o con tribunales que se niegan a explicar las puntuaciones otorgadas". Deploran también que "los temarios, con 20 años de antigüedad, son obsoletos".