Iberia rectificó ayer y a partir de ahora eliminará el test de embarazo a las mujeres durante los reconocimientos médicos "confiando en la responsabilidad de cada mujer contratada el comunicarlo si se le asignan tareas que involucren riesgos durante el embarazo para que se le cambien temporalmente las funciones".

La rectificación de la compañía llegó horas después de que justificara los test de embarazo a mujeres antes de contratarlas. La compañía argumentó ayer en su perfil oficial de Twitter que esta práctica es en beneficio de la salud de las futuras contratadas. "El reconocimiento médico es un proceso amparado por el artículo 26 de la ley de prevención. Se hace una vez pasadas las pruebas de selección, antes de la inducción y con pleno conocimiento de las participantes. La finalidad de ello es asegurar que en caso de que la persona esté embarazada, las labores a desempeñar no pongan en riesgo en ningún momento su salud o la del bebé", subrayó.

La compañía trata de salir así al paso de la avalancha de críticas que ha recibido en las redes sociales después de que este diario publicara el domingo que Inspección de Trabajo le ha impuesto una multa de 25.000 euros por obligar a las mujeres a realizarse un test de embarazo como paso previo a su contratación.

Trabajo considera que Iberia ha cometido una infracción muy grave al incurrir en discriminación por motivos de sexo y ha vulnerado el derecho a la igualdad. Ahora la aerolínea tiene entre sus opciones el afrontar el pago de sanción o recurrirla ante los tribunales.

Este caso fue detectado en Balears hace un año, en el marco de las campañas de vigilancia que habitualmente realiza la Inspección de Trabajo. La investigación descubrió que, entre las pruebas encargadas por Iberia a una empresa de trabajo temporal para la selección de personal, se exigía a las candidatas para entrar en la bolsa de personal afrontar pruebas médicas para determinar si estaban embarazadas. Esta práctica se extiende a toda España.

Tanto Trabajo como la conselleria del ramo defienden que las trabajadoras solo están obligadas a comunicar su embarazo cuando ya están contratadas. Solo en ese momento la empresa puede activar un protocolo para derivar a las empleadas hacia funciones que no pongan en peligro su salud y la del feto.