El colapso del Banco Popular provocó un seísmo cuya onda expansiva alcanzó a pequeños accionistas y a grandes fortunas. Los primeros perdieron todos sus ahorros; los segundos tratan de recuperarse del enorme deterioro patrimonial que sufrieron el pasado 7 de junio cuando la entidad, al borde del precipicio, fue absorbida por el Santander a cambio de un euro simbólico.

La factura más alta en Mallorca la ha pagado la familia Nigorra. "La cifra de ochenta o noventa millones de euros de pérdidas se acerca bastante a la realidad, pero no tenemos una cantidad exacta porque el valor de las acciones se había ido devaluando en los últimos años", apuntaron fuentes de la familia en conversación con este diario. "Si tomamos como referencia los años en los que las acciones se cotizaban bien, podemos hablar de casi cien millones", añadieron estas fuentes.

El papel del Opus Dei

Esta conocida familia mallorquina trata de digerir el batacazo sin demasiada confianza en recuperar el capital perdido después de un proceso judicial -"quizá nos devuelvan una mínima parte"-, y lanzando duras críticas hacia la gestión de Ángel Ron, presidente del Popular entre 2006 y el pasado mes de febrero.

La mitad del capital perdido, 40 millones, estaban en la Unión Europea de Inversiones (UEI), una sociedad que agrupaba a los Nigorra y a varias familias próximas al Opus Dei. Todos ellos formaban el núcleo duro de los accionistas del Popular. "La empresa tenía como único objeto el de comprar acciones e ir a ampliaciones de capital para proteger a Ángel Ron y al Opus Dei. Fue una gestión absolutamente imprudente porque en la práctica se endeudaron solo para apuntalar a Ron", afirmaron desde esta familia mallorquina.

"Lo responsable habría sido acudir al FROB cuando empezó el declive. Pero hacerlo habría implicado tener que informar a las autoridades españolas de la situación lamentable en la que se encontraba el banco", sentenciaron.

La UEI ha convocado una Junta General Extraordinaria de Accionistas para los días 27 y 28 de julio de este mes que aprobará la disolución de la sociedad.

Los Nigorra desembarcaron en el Popular en 2008, cuando la entidad absorbió el histórico Banco de Crédito Balear, conocido popularmente como 'Es Crèdit'. Miguel Nigorra, el patriarca, había estado al frente del banco mallorquín desde 1970.

La familia estaba bien informada del progresivo declive del Popular, una entidad cuya capitalización rozaba los 20.000 millones de euros cuando Ron accedió a la presidencia en 2006. Al abandonar el cargo, la cifra se había reducido hasta unos inviables tres mil millones de euros.

"Seguimos manteniendo nuestra inversión por una cuestión sentimental. De alguna manera llevábamos vinculados a la entidad desde hacía décadas, pero nos mantuvimos hasta el final. Lo veíamos venir. El final empezó a escribirse mucho antes del 7 de junio por culpa de la nefasta gestión de Ron", argumentaron fuentes de la familia Nigorra.

El hundimiento del Popular ha dejado un reguero de afectados, incluidos empleados de la entidad a los que se obligó a comprar acciones. Algunos pidiendo un préstamo, por lo que ahora se ven en el aprieto de pagar el crédito para abonar unos títulos que valen cero euros.

En Balears la cifra de afectados asciende a tres mil y suman unos 400 millones de euros de pérdidas. Son en la mayoría de los casos pequeños y medianos accionistas que han perdido entre 50.000 y 300.000 euros. Unos 500 afectados presentarán una querella conjunta en la Audiencia Nacional impulsada por el abogado Miguel López Bortón.