Después de treinta años, los niños y niñas saharauis del Campamento de Refugiados de Tindouf (Argelia) siguen encontrando un hogar en Mallorca durante el verano. Las familias de la Asociació d'Amics del Poble Sahrauí de les Illes Balears (AAPSIB) acogerán a 95 jóvenes (47 de ellos repiten la experiencia) hasta el día 2 de setiembre.

Las Vacances en Pau, como se conoce esta acción solidaria, son un "proyecto necesario", según la presidenta de la AAPSIB, Catalina Rosselló. "El objetivo siempre ha sido ayudar a unos niños que merecen como mínimo una revisión médica y condiciones de salud mínimas", añade Rosselló.

Los jóvenes, que llegaron durante la madrugada de ayer, tendrán una fiesta de bienvenida el próximo sábado en Binissalem. Después recibirán las visitas institucionales de los máximos dirigentes de la administración pública balear.

Las actividades no acaban aquí. La AAPSIB también ha organizado, entre otras cosas, un partido de fútbol y una manifestación para finales del mes de agosto. Aún así, las familias serán la principal fuente de diversión de los niños. Diferentes municipios han firmado convenios con la asociación para que no falten espacios de entretenimiento.

Pero lo más importante, según apunta la presidenta de la asociación, son las revisiones médicas. "En ese campamento las condiciones son nefastas y hace mucho calor, por lo que es posible que tengan problemas de salud", explica. La ayuda sanitaria es esencial para el bienestar de los jóvenes.

Esta experiencia es del todo segura: la familia debe pasar una entrevista con un trabajador social y recibir un certificado. Uno de los requisitos principales es tener una economía suficiente como para poder alimentar y vestir al niño.

Cualquier tipo de familia

Sin embargo, el tipo de núcleo da igual. "No nos importa para nada si la familia es monoparental, homosexual o tradicional", explica Rosselló. "Lo importante es que quieran al joven", concluye.

Los niños volverán al campamento el día 2 de septiembre, pero no perderán el contacto conla familia que les ha acogido. La AAPSIB se ha encargado de fomentar la comunicación entre ambas partes mediante la organización de viajes al Sahara.

Lo que está prohibido es que la familia adopte al niño, ya que lo que les falta solo son buenas condiciones, en ningún caso afecto y cariño. "Todos los niños tienen sus personas queridas en el Sahara", comenta Catalina Rosselló.

Según la presidenta de la asociación esta iniciativa solidaria no se hubiera mantenido durante treinta años sin la ayuda del Govern o del Ayuntamiento de Palma. "Gracias a ellos y a otras empresas hemos podido preparar los desplazamientos, las actividades y las revisiones", asegura Rosselló.

Les Vacances en Pau comenzaron en abril del 1987. Los primeros niños llegaron durante el julio de ese mismo año y con el paso del tiempo el número de jóvenes creció. Pasaron de 15 niños por verano a más de 200.Desde que empezó la crisi el número ha bajado, pero Rosselló destaca que "las familias han seguido respondiendo muy bien a la iniciativa".