Entre los veteranos, una voz común: "¡Qué bien volver a reunirse en la cita de los Premis de Diario de Mallorca!". Entre los nuevos, un aplauso con petición: "Destacaría la interdisciplinariedad a la hora de elegir a los galardonados, y ya que estoy aquí, y veo a muchos políticos, les pediría que la cultura vuelva a estar en su agenda". Quien emitió esta opinión fue Nekane Aramburu, directora de Es Baluard Museu d´Art Modern i Contemporani de Palma. No sería la única que expresara su sueño de una noche de verano: "Más cultura".

El estío es territorio de deseos. Las Perseidas se posaron la noche del jueves en las bocas del mundo cultural, afines como son a las utopías.

Desde Francesc Fiol, exconseller de Cultura, que le silbó al ya alcalde Antoni Noguera, la reactivación de la Caja de Música, a un esperanzado Llorenç Carrió, que ve en el relevo en alcaldía a su compañero de filas de Més, un brote verde en un vapuleado territorio como ha sido el negociado cultural de Cort.

"Ahora se van a hacer realidad muchos de nuestros proyectos", aseguró ante Francesca Niell, su mano derecha, necesitada de vacaciones tras el achuche de los artistas. Ambos celebraban entre brindis una inusual maratón, las quince horas de lectura de la Odisea, de Homero, a partir de la traducción de Carles Riba, que llevó a cabo ayer, desde las 6 hasta las 21 horas, Oriol Punsatí-Morlà, a partir de una propuesta de Josep Palau i Fabre. Una lectura en el recién estrenado, y poco aprovechado, "más cultura, por favor", del magnífico Casal Balaguer. Un acto homérico que motivó que Biel Mesquida, escritor y organizador del Festival de la Mediterrània, en el cual se engloba la actividad, hiciera una visita fugaz en la gala de los Premis Diario de Mallorca.

Si Luis Eduardo Aute cantaba el más cine, por favor, la empresaria de los Ocimax y la sala Rívoli, Margarita Salom, reconocía que "resistimos, y el 2016 no nos fue mal", pese al mal sueño, y no de una noche de verano, del IVA, que sigue cebándose con el cine al que grava con el 21 por ciento, la tasa más alta en Europa. Al Gobierno no le gusta el séptimo arte.Entre bambalinas

Nueve años de ausencia de premios se notó con huecos de algunos habituales que ya, por desgracia, no estarán. Menos mal que las artes, como las escénicas, inmortalizan "ese polvo enamorado" en el que todos nos convertiremos. El actor Carles Molinet sigue siendo un fiel a la fiesta de este diario. Aún resuenan las ovaciones a su interpretación, soberbia, del malvado Ricardo III, de Shakespeare. A su lado, Carme Planells, de la Fundació Teatre del Mar, ellos día han visto rebajado la dentellada del IVA. Sueño cumplido.

No hay edad, dicen, para aprender. Las neuronas se estimulan y quizá bailan como esos agujeros negros que la científica Alicia Sintes ha visto como eco de un mundo lejano pero posible que habla de quienes fuimos. Desde la altura de la campeona de Europa de baloncesto, Alba Torrens, la figura de su abuelo, Lorenzo Torrens, que le pidió una clase de pintura a Luis Maraver.

La pequeña gran historia la contó en la noche del festejo del reconocimiento de este diario a la deportista, el padre, Miquel Àngel Torrens: "Conocemos a Luis desde hace muchos años. Somos vecinos de Binissalem. A mi padre le gusta pintar, es aficionado, sin más; pero un día, fue a ver a Luis para que le enseñara". El pintor celebró que aquel vecino mayor le recordase que enseñar secretos de pinceles es un sueño.

Luis va a hacer realidad el suyo propio: convertir en libro sus cuadernos de viajes, llenos de bocetos, apuntes. Será en el Rialto Living. "Es el resumen de mis dos facetas, la viajera y la pictórica: Desde que dejé Sevilla muy joven y me fui a París, y todos los viajes que he hecho". Le acompañarán las palabras de Pere Joan Martorell y Gabriel Janer Manila. El pintor lleva 25 años viviendo en Binissalem.

Sin parar, Albert Pinya, un artista que se inclinó por bailar con los pinceles aunque, como él mismo reconoce, "podría haberme dedicado a escribir, porque la poesía siempre está conmigo", prepara exposición inminente en Santander, junto a artistas como Mónica Fuster, Damià Vives, Isabel Servera, Cruz Ugarte, entre otros. Elogió el reconocimiento a Cortana. "Me gusta su trabajo, me hubiese encantado dedicarme a la moda pero preferí enredar mis manos con los pinceles".

Le miraba su amigo el poeta de Felanitx Jaume Munar, el ´poeta matançer´, que han sumado versos y grafismos. El de Felanitx ha escrito su Wunderwaffe, alma miraculosa."Mi poesía es más filosófica", aseguró. Munar apreció la presencia de mujeres en los Premios Diario de Mallorca: "Me ha gustado que se le dieran a Càritas y que la hablase en su nombre fuese una mujer y no un cura. Que este periódico esté dirigido por una mujer, Maria Ferrer, y que los discursos hayan sido en catalán, en su gran mayoría".

La noche iba cediendo en la terraza del Palacio de Congresos. Una habitual observadora como la fotógrafa Natasha Levedeba se podía perder entre un cielo amenazante de tormenta y en la escucha atenta al escritor José Carlos Llop y al pintor Rafa Forteza, que aún pestañeaba el fulgor de su reciente exposición en L21.

Entre los habituales a la cita, Patricia Estrada, que sigue vinculada emocionalmente al mundo del arte que también conoce tras años de trabajo en la Pelaires; el arquitecto y pintor Joan Soler, que trabaja en la restauración de la fachada modernista de la iglesia de Sóller, y que ya ni espera que el Solleric exponga una antológica que lleva años prometiéndole, como a tantos otros destacados pintores de la isla. Un sueño que ojalá no termine en pesadilla.