Nuevo episodio de violencia en el caso Cursach. Un testigo clave del caso, que ha aportado datos muy reveladores a la investigación, fue agredido la pasada noche cuando regresaba a su domicilio. El joven, que es un antiguo trabajador de la discoteca Tito's, fue abordado por dos individuos dentro del párking del edificio en el que vive. Cuando salía del coche y se dirigía a su domicilio, dos individuos le golpearon, al tiempo que le amenazaban. Después de la agresión, que fue muy rápida, huyeron del lugar de los hechos y en estos momentos la Policía les está buscando. No es la primera vez que este testigo es víctima de algún episodio de violencia desde que decidió contar los hechos que él había vivido como antiguo trabajador de la discoteca del empresario Cursach. Afirmó que en el local nocturno se vendía droga y apuntó hacia los dos máximos responsables de la sala como las personas que controlaban este negocio del narcotráfico. También confirmó que la discoteca organizaba fiestas privadas con la presencia de policias locales de Palma, a los que identificó a través de fotografías. Fiestas en las que los policías eran invitados a mantener relaciones sexuales con prostitutas, además de tomar copas y cocaína. También aseguró que las bailarinas de la discoteca eran obligadas a entrar a estas fiestas y las que no querían tener sexo con los policías, se les mezclaba droga en la bebida para que cambiaran de opinión.

Este testigo presentó ayer una denuncia ante la Policía y, al menos, ha identificado a uno de los dos individuos que le abordó dentro del aparcamiento de su domicilio. Se trata de un extranjero de nacionalidad rumana, que iba acompañado de un compatriota. Conocía de quién se trataba debido a que en los últimos días había detectado que le estaban siguiendo y de hecho tuvo que llamar a la Policía al sentirse atemorizado. Al otro individuo que le abordó en su casa no lo había visto nunca, pero sabe que se trata de otro extranjero de nacionalidad rumana.

La víctima fue abordada por la espalda y fue arrojada al suelo. Mientras le estaban golpeando, el joven se defendió propinando patadas a sus agresores. A uno de ellos logró alcanzarle en la cara. La agresión fue rápida.

Debido a los incidentes previos que había sufrido este testigo, el juez Penalva ordenó a la Policía que ofreciera protección al testigo, debido a que había detectado que hacía días que le estaban siguiendo y se sentía atemorizado. Los agentes que le protegían dejaron la vigilancia cuando vieron al testigo que entraba en el garaje de su casa. Ninguno sospechó que dentro de esta zona subterránea se encontraban los dos agresores.

La Policía está intentando averiguar por dónde entraron los dos sicarios para poder acceder al lugar donde estuvieron escondidos hasta que llegó el testigo protegido. La entrada del portal del edificio está situada a una calle distinta al acceso al párking. Los agentes comprobaron que la cerradura del portal estaba bloqueada, por lo que lo más seguro es que desde este lugar accedieran al garaje y allí estuvieran escondidos hasta que vieron entrar al extrabajador de Tito's.

La agresión sufrida le ha ocasionado a este joven diferentes lesiones. Se quejaba de un fuerte golpe en la espalda, además de un dolor intenso en un brazo. Tuvo que recibir asistencia en el hospital de Son Espases. El médico no descartó la posibilidad de que pudiera sufrir también una fisura en una costilla.

En prisión

No es la primera vez que a este testigo del caso Cursach lo han intentado silenciar para que no declare en la investigación. Hace algunos meses dos individuos, también de nacionalidad rumana, le estuvieron siguiendo y amenazando. Además de seguirle por los lugares por dónde iba, en el buzón de su domicilio le dejaron un folio con un dibujo. Se trataba de una cruz, junto a la palabra RIP. Lógicamente, el testigo interpretó este dibujo como una clara amenaza de muerte.

La Policía actuó de inmediato y detuvo a los dos hombres de nacionalidad rumana. Uno de ellos había estado trabajando de portero en la discoteca Tito`s. Tras pasar algunos años en su país regresó a la isla, casualmente, una semana después del ingreso en prisión del empresario Cursach. Este individuo está ahora en prisión pendiente de ser juzgado.