El auto del juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, con el que ha mandado a prisión a los cuatro yihadistas detenidos el miércoles en Mallorca, revela algunas de las escalofriantes actividades que planeaban los radicales islamistas con acciones violentas en la isla. Abdelkaer Mahmoudi tenía intenciones de convertirse en mártir y planeaba una "matanza" en la plaza del ayuntamiento de Inca, conocida como plaza de España. En concreto, pretendía apuñalar a los viandantes que circularan por el centro neurálgico de la ciudad, según consta en el auto que ayer por la parte dictó el magistrado.

Las dramáticas revelaciones demuestran que Mallorca ha estado muy cerca de sufrir un atentando terrorista del Estado Islámico de consecuencias trágicas como los ocurridos en París o Manchester y que gracias a las fuerzas de seguridad se ha conseguido evitar. En el auto del juez Pedraz no se especifica en qué fecha Mahmoudi pretendía cometer la sangrienta "matanza" en Inca. No obstante, detalla que era un individuo muy radicalizado y capaz de morir por la causa yihadista de Dáesh y se le califica como "líder espiritual" de la célula mallorquina.

Abdelkader, detenido en la calle Mare de Déu de l'Esperança de la capital del Raiguer, es definido por el juez como un individuo que "planeaba acciones violentas, se había pronunciado públicamente a favor de la yihad, compartía contenido de adoctrinamiento en mensajería instantánea y reclutó a nuevos integrantes de la organización". Los investigadores hallaron en poder imágenes de ejecuciones de la Dáesh.

La posibilidad de un atentado en Inca, apuntada por el magistrado de la Audiencia Nacional, causó una profunda conmoción en la ciudad, ya que la plaza de España es el centro neurálgico de la capital del Raiguer y uno de los lugares más concurridos de la localidad.

Sobre Azzous Azdad, imán de la mezquita de Inca, indica que también habría participado en reuniones clandestinas, en la elaboración de material audiovisual idóneo para procesos de captación yihadistas y "adoctrinaría en el salafismo yihadista a menores, así como detraería fondos de la comunidad religiosa para provecho propio". Incluso se apunta que el imán de la mezquita de Inca adoctrinaba a niños con material de entrenamiento terrorista del Estado Islámico que incluso contenía "ejecuciones llevadas a cabo por menores".

Uno de los detenidos el pasado miércoles en Inca. EFE

Abderrahman Farid es el tercer detenido, en ese caso en Binissalem. El juez Pedraz lo considera como el encargado de dirigir y convocar las "reuniones reservadas en las que adoctrinaría a los presentes en contenidos idóneos para su radicalización". Farid también habría manifestado públicamente su total adhesión a la causa yihadista. Fuentes de la investigación apuntan que los tres detenidos acompañaron al imán considerado el cerebro de la célula cuando en 2014 visitó Mallorca y lanzó sus proclamas ante la Seu.

El cuarto detenido es Ali Mtioui, que residía en la localidad de Ariany. Es el que menos implicado en la causa yihadista, según el escrito de la Audiencia Nacional. No obstante, si se encontró numeroso material audiovisual en su poder y publicaciones en su perfil de Facebook "contenidos que ensalzaban a la organización terrorista del Estado Islámico. De igual modo, participó en las reuniones reservadas organizadas por el líder espiritual en Mallorca, Abdelkader Mahmoudi de Inca.