La empresa pública Tragsa comenzó ayer a gestionar la limpieza de los hospitales de Son Llàtzer y Joan March y de 36 centros de salud de Mallorca después de que el Govern anulase la concesión a KLE, la sociedad adjudicataria del servicio, porque no pagaba a sus empleados. Estos trabajadores están desde ahora a cargo de Tragsa, que tiene una encomienda de gestión de un año, prorrogable por seis meses, para llevar a cabo las tareas de limpieza en estos centros sanitarios.