La venta del 80% de las acciones que el grupo ACS de Florentino Pérez tenía en las empresas concesionarias que explotan los servicios no asistenciales de los hospitales de Son Espases y Can Misses no modificará la actual relación entre estas y el Servei de Salut, aseguró ayer su secretario general, Manuel Palomino, que añadió que esta operación "da solidez al proyecto ya que la empresa que entra (el fondo de inversiones francés Mirova) tiene más capitalización que la que se marcha".

"La dirección de la concesionaria seguirá en manos de Iridium (filial de ACS)", aseguró Palomino, que volvió a mostrarse confiado en que nada variará tras esta transacción accionarial porque hay un contrato en vigor con un pliego de condiciones que se tienen que cumplir, señaló antes de reiterar que "la empresa que compra es más grande en inversión. No hay motivos de preocupación".

La compra de las acciones de la concesionaria que gestiona los servicios no asistenciales de Son Espases y Can Misses -cafeterías, establecimientos comerciales, cocinas, limpieza y aparcamientos de pago- por este fondo de inversiones francés, que los explotará en el primero de los casos hasta el año 2039, "a efectos prácticos de ejecución del contrato no nos afecta en nada ya que este no se puede modificar", señaló el secretario general del IB-Salut.

Palomino recalcó además que se trata de una operación "absolutamente legal", dijo antes de revelar que el Servei de Salut lleva varios meses examinando la documentación de la transacción, unos cuatro meses, concretó, "y se cumple escrupulosamente lo que dice el contrato en lo que atañe a la trasmisión de acciones. Tenemos el contrato y el valor del inmueble, estoy tranquilo", calmó suspicacias.

1,4 billones de euros

Palomino dio solidez a sus afirmaciones revelando que Mirova es un fondo de inversión con una capitalización de 1,4 billones de euros que se encuentra en una fase de expansión, adquiriendo infraestructura pública europea.

"Estas cosas suceden y los compradores saben que somos una de las administraciones más exigentes en el cumplimiento de las condiciones que se marcan en el contrato de la concesión. Esta compra dará estabilidad al proyecto, lo hará más viable y nos permitirá dedicarnos a lo nuestro, que es la salud de nuestros ciudadanos", proclamó.

Preguntado sobre si esta transacción accionarial pone en peligro el prometido rescate del parking de pago de Son Espases, que los actuales dirigentes del IB-Salut han asegurado que se producirá en esta legislatura, respondió que "no lo dificulta, siguen siendo los mismos gestores y el contrato es el mismo. No hemos parado ningún proceso de rescate del parking", reveló el alto cargo del Servei de Salut.

Palomino explicó que está en fase de licitación el proyecto para ampliar en 500 plazas un aparcamiento que ya se ha quedado pequeño y es insuficiente para satisfacer las necesidades de los usuarios del hospital de referencia, admitió. Y señaló que independientemente de quien acometa la obra, "cuando lo rescatemos necesitaremos un aparcamiento con más plazas que las actuales".

Preguntado sobre si esta ampliación supondrá reducir los espacios y las zonas verdes del recinto hospitalario, el secretario general dijo que no, que el proyecto arquitectónico prevé una optimización de los espacios que hoy ocupan varios taludes y viales.

Lo que no quiso desvelar Palomino es cuánto le costará al erario público estas 500 nuevas plazas gratuitas. Como se recordará, el aparcamiento de Son Espases dispone de un total de 2.392 plazas de las que 944 se reservaron para que los trabajadores del hospital pudieran estacionar de manera gratuita. Por estas plazas gratis para los trabajadores, la CAIB abona cada año a la concesionaria 280.000 euros.