El verano, que comenzó ayer a las 6.24 horas, se prevé cálido, con temperaturas entre 0,2 y 0,5 grados superiores a las habituales, que se sitúan en los 24, y con precipitaciones normales para el trimestre (87 litros por metro cuadrado).

La delegada territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) en Balears, María José Guerrero, informó ayer de la predicción meteorológica para el trimestre de julio a septiembre de 2017. Guerrero ha predicho también que la Nit de Sant Joan (23 de junio) será despejada con temperaturas en torno a los 27 grados, con un descenso que puede llegar a los 23, y una temperatura del agua del mar de 25 grados centígrados.

La primera parte del verano tendrá predominio de cielo despejado, olas de calor, con visitas de masas de aire cálido, noches tropicales (con temperaturas que no bajan de los 20 grados), de las que se prevé unas 64, la mayoría en agosto.

Hasta mediados del octavo mes del año se esperan lluvias escasas, débiles y con barro, fecha a partir de las cuales se prevé mayor inestabilidad, con algún tornado o cap de fibló.

La delegada territorial ha hecho también un balance de la primavera, que ha sido la octava más cálida desde que se tienen registros (1965), con una temperatura media de 15,7 grados (0,7 más de lo habitual) y la quinta más seca, con la mitad de lluvias de las consideradas normales. Por islas, la primavera ha sido más cálida en Menorca, y más suave en las Pitiüses. Las altas temperaturas de junio han llevado a que este mes quede fuera de la primavera, que se contabiliza ya entre el 1 de marzo y el 31 de mayo, ha apuntado Guerrero.

Los meses de mayo y junio han sido especialmente calientes; en concreto, el quinto mes del año ha sido uno de los más cálidos desde la constancia de registros, con una temperatura media de 19,2 grados (1,2 más de lo habitual) y el más seco de los últimos diez años en el aeropuerto de Palma (3,6 litros por metro cuadrado).

Por su parte, junio se ha caracterizado por haber registrado precipitaciones un 234% superiores a las habituales, llegando a batir récords; y también ha sido muy cálido, con una temperatura media de 23 grados (1,7 más).

En primavera la temperatura más alta registrada llegó a los 32,6 grados en Santa Maria y la más baja (-2,6 grados) en Escorca.

En lo que llevamos de año, sa Pobla ha registrado la temperatura más alta: 37,3 grados, el 15 de junio.

A falta de que termine junio se prevé que se mantengan las altas temperaturas, ya que, ha anunciado Guerrero, el fin de semana volverá a hacer calor intenso, tras lo cual se suavizarán, aunque serán más altas de las consideradas normales.

Además, durante la primavera las olas más altas se alcanzaron el 4 de marzo, de 5,9 metros en sa Dragonera, y de 4,9 en Maó; dos rissagas en el puerto de Ciutadella, de 1,2 metros (4 de marzo) y otra de 1,1 metros (6 de mayo); y tres tornados y trombas marinas en Menorca.