La portavoz parlamentaria popular, Marga Prohens, dejó ayer claro que el PP mantiene blindado, al menos por ahora, al concejal y diputado Álvaro Gijón, a pesar de las declaraciones de la testigo protegida del caso Cursach en las que asegura que el empresario le pagaba en persona las "orgías sexuales" de José María Rodríguez y Álvaro Gijón. Preguntada por si el PP debería pedir ya a Gijón que asuma responsabilidades políticas y renunciara al escaño, Prohens sostuvo que no hay motivos para esta medida y relativizó las acusaciones de esta testigo clave en el caso, al considerar que mientras no se demuestren que son ciertas tienen la misma validez que la versión de inocencia del diputado del PP.

"¿Por qué debe asumir Gijón responsabilidades políticas si es la palabra de una sola testigo contra la suya, que lo niega todo?", dijo Prohens tras recordar que Gijón no está todavía imputado en esta pieza. La portavoz popular insistió en que las acusaciones deben demostrarse en el ámbito de la justicia. "Yo no soy juez", contestó de manera reiterada a los periodistas al preguntársele si no era ya el momento de que el PP pidiera al diputado que renuncie a su escaño. Añadió que Gijón "no ha incumplido el código ético del partido, que es muy duro" y que establece que se expulsará a un miembro de la formación política "cuando haya medidas cautelares o se abra juicio oral".

El PP, a la espera

"Debería decidir él si se tiene o no que ir, es una decisión personal", dijo visiblemente tensa la portavoz popular ante la insistencia respecto a si Gijón debería asumir responsabilidades políticas, con independencia de los pasos que dé la justicia. Añadió que "no será el PP el que juzgue a un diputado, que sean los jueces o fiscales los que determinen si lo que dice la única testigo protegida es o no verdad".

"Vamos a respetar los tiempos, vamos a respetar a la testigo, pero también vamos a respetar a Gijón", dijo Prohens, quien sostuvo que en el PP "se le ha dicho a Gijón que van a esperar y ver cómo evoluciona todo esto". La portavoz popular consideró que el código ético del PP "tiene la misma fuerza que tiene el Código Penal para defender la presunción de inocencia".

Preguntada por si, de ser ella Gijón, renunciaría a su escaño, afirmó que no se puede "poner en la piel" de su compañero de filas ya que "se le ha sentenciado política, social y personalmente" e insistió en el respeto a la presunción de inocencia. "Yo no soy ni juez ni fiscal y respeto mucho la justicia, por eso pedimos seriedad y tranquilidad con este asunto", declaró.

No obstante, admitió que este caso daña la imagen del PP, "como todos los casos" que afectan a otros partidos les dañan a estos. Prohens aseguró que el caso Cursach, con las acusaciones sobre Gijón y Rodríguez, "ocupa y preocupa mucho" al PP, pero reiteró que Gijón "no ha incumplido el código ético del partido" y "todo lo que está saliendo deberá demostrarse".

Ayer, Esquerra Unida (EU) se sumó a PSIB, Més y Podemos en la exigencia de dimisión para Gijón "por las graves sospechas de haber amparado y haberse beneficiado de la corrupción". Para EU, Gijón "tiene todo el derecho a organizar como mejor le convenga su defensa, pero debe hacerlo como un ciudadano normal, sin aforamientos como diputado y sin privilegios".