Los alumnos de quinto y sexto de Primaria del colegio de Na Penyal de Cala Millor han demostrado que la ilusión y las ganas de trabajar por los más desfavorecidos, en este caso niños como ellos aquejados de graves enfermedades, resulta no solo muy gratificante, sino también enriquecedor.

Ayer visitaron el área de pediatría de Son Espases e hicieron entrega a la gerencia del hospital de un cheque por valor de más de dos mil euros que han conseguido gracias a la elaboración y venta de pulseras solidarias entre sus familiares y amistades. El profesor Joan Sancho explica que la acción solidaria se puso en marcha antes de las pasadas navidades, cuando se decidió emular una iniciativa similar desarrollada en la península para ayudar a una niña con cáncer.

"Tras una reunión de maestros les propusimos la idea y al día siguiente ya vinieron a clase con los hilos para confeccionar las pulseras", explica Sancho, que revela que el entusiasmo de los pequeños llegó a tal extremo que se "olvidaban" de bajar al patio en los recreos para aumentar la producción de las pulseras solidarias que vendían a dos euros la unidad entre familiares y amigos.

"La involucración fue brutal. Y esta experiencia solo puede calificarse como muy positiva. Los alumnos han tomado conciencia de que existen niños como ellos con cáncer, han madurado. Y, además, han aprendido a gestionar una empresa, controlar la producción, servir pedidos...", se congratula el maestro.

En estos 6 meses, los alumnos de los 3 cursos de quinto y los 3 de sexto del centro de Cala Millor han elaborado, y vendido, la nada desdeñable cifra de unas mil pulseras. Los dos mil euros recaudados fueron entregados ayer para financiar el área de pediatría de Son Espases. "Inicialmente habíamos pensado donarlos al área de oncología, pero vimos que había niños con otras enfermedades y decidimos destinar el dinero a todo el área". Solidaridad sin tapujos.