Pablo Escribá, el catedrático de la UIB investigado por una presunta estafa agravada, redactó en 2006 un detallado Plan de Empresa en su compañía Lipopharma donde preveía que en 2019 se iban a registrar unas ventas de más de mil millones de euros de Minerval, un futuro medicamento con muy buenas perspectivas para el tratamiento de cáncer de pulmón con metástasis en el cerebro y otras variedades de ese enfermedad. Escribá explicaba que Lipopharma necesitaba una inversión de 15,86 años para los primeros cinco años de ese proyecto, donde no se iban a conseguir ingresos.

El Plan de Empresa lleva fecha de 2006 y está rotulado en su carátula como "confidencial".

Pablo Escribá se presenta como promotor de Lipopharma y director del grupo de investigación de Biomedicina Molecular y Celular de la Universidad de las Islas Baleares.

El objetivo de la empresa era "completar las fases I y II de ensayos clínicos" de una nueva molécula: el ácido 2-hidroxioleico o Minerval. Con este producto "se han obtenido resultados previos muy positivos por su actividad antitumoral, tanto en modelos celulares como en modelos animales".

Cinco clases de cánceres

El memorándum añade que el Minerval ha tenido efectos terapéuticos "para el tratamiento de cáncer de pulmón, cáncer de próstata, cáncer de útero, cáncer de páncreas, etc"·y en una primera etapa se habilitaría legalmente como tratamiento para esas enfermedades.

En una segunda fase "se solicitará la extensión de su uso a otras patologías, como el caso de cáncer de pulmón no microcítico (CPNM)". El plan informaba a futuros inversores en la empresa de que Minerval estaba patentado desde 2002 para proteger "las aplicaciones antitumorales del hidroxioleico y análogos estructurales". Según los cálculos de Escribá, en Estados Unidos, Japón y los cinco principales países de la UE se preveían para 20017 un millón de casos anuales de cáncer de pulmón, de los que cerca de 800.000 iban a ser de CPNM.

La hoja de ruta del catedrático de la UIB establecía para 2013 el año en que Minerval estaría en el mercado, si la fase preclínica se iniciaba en 2006. Primero se ofrecería en 2013 como tratamiento de las metástasis cerebrales de CPNM y en el año 2015 como tratamiento del CPNM.

"En 2019 las ventas proyectadas superarían los mil millones de euros", señalaba el Plan de Empresa. Escribá añadía que su empresa iba a buscar una multinacional farmacéutica para fabricar y distribuir el Minerval.