Ni el apoyo aplastante a Pedro Sánchez de la militancia socialista balear, ni el hecho de que Francina Armengol fuese la única presidenta autonómica del PSOE que plantó cara a la andaluza Susana Díaz y se opuso al derrocamiento de Sánchez han servido para que el socialismo balear refuerce su posición dentro del partido. Lejos de eso, Armengol sale del gobierno interno del PSOE, como hace también el expresident Antich. La presidenta balear salvó del fiasco a la delegación de las islas solo en el último minuto, durante una reunión, concluida poco antes de medianoche, en la que convenció a Pedro Sánchez para que reconociese el apoyo recibido de la militancia balear en las primarias, con la inclusión en su nueva dirección del ibicenco Vicent Torres.

El presidente del Consell de Eivissa contó además con el respaldo decisivo de otra ibicenca, Sofía Hernanz. La diputada que votó ´no´ a la investidura de Rajoy frente a las presiones de la dirección socialista que derrocó a Sánchez terminó ayer siendo clave para el ascenso de Vicent Torres. El movimiento privó a Hernanz de ser ella misma la representante en la dirección federal, como daban por seguro casi todas las quinielas, después de que resultase fundamental para convencer a la propia Francina Armengol de que retirase su apoyo a Patxi López en las primarias y se decantase en la recta final de la guerra interna socialista por Pedro Sánchez. El lugar de la política ibicenca que lideró la candidatura sanchista en las islas es así para Vicent Torres, dando pie de paso a que Hernanz gane peso en el grupo parlamentario del PSOE en el Congreso, del que ya era portavoz adjunta.

Torres, por su parte, será el responsable de Cabildos y Consells, una área de nueva creación dentro de la ejecutiva de Pedro Sánchez. Con la inclusión del presidente ibicienco se cerraba de madrugada una nueva dirección del PSOE en la que todo lo demás estaba claro desde primera hora: el equipo de Sánchez había dado a conocer horas antes una lista de 22 nombres entre los que no había ningún balear y destacaba la presencia casi exclusiva de los políticos más leales a Sánchez durante la crisis del partido. Es el caso de la asturiana Adriana Lastra, el valenciano José Luis Ábalos y el vallisoletano Óscar Puente, que ocuparán los puestos de más poder.

Entre el resto de componentes del gobierno interno del PSOE destacan las exministras Carmen Calvo y Beatriz Corredor, mientras ganan fuste históricos que han respaldado a Sánchez, como Odón Elorza y Cristina Narbona (que será presidenta del partido). La dirección se completa con nuevas caras con las que Sánchez trata de rejuvenecer el partido, con Cataluña, Castilla y León y Andalucía como territorios más poderosos.

Balears se conformaba, tras mucho presionar, con un solo puesto, que no era para Armengol: la presidenta viajó a Madrid con la certeza de que ella saldría de la ejecutiva. Lo habían advertido antes en el equipo de Pedro Sánchez, que esta vez no quiere líderes territoriales ( los llamados barones) acumulando poder y amenazando con quitárselo (como ocurrió en la desbandada de la ejecutiva que propició su caída). De ahí que las únicas concesiones a la integración de rivales en su equipo fueran la inclusión de Patxi López (rival en las primarias, pero aliado antes de ellas) y del extremeño Fernández Vara, uno de los cabecillas del golpe a Sánchez, que vuelve al poder en Ferraz como presidente del Consejo de Política Federal.

Armengol, casi como Susana Díaz

La entrada de Vara fue el consuelo que encontró la andaluza Susana Díaz en el Congreso Federal . Desde la decimosegunda fila del auditorio, la gran derrotada de las primarias asistió al segundo ascenso al poder de Sánchez, que blindará su ejecutiva con siete andaluces afines a él (y enfrentados con Díaz). Para evitar que el apoyo a Sánchez obtuviese el mismo premio que la máxima oposición de Díaz, Armengol hizo valer el respaldo brindado por la militancia de Balears, una de las tres regiones que dieron más del 70% de sus votos a Sánchez.

Pese a ello no parece que haya sintonía entre el líder resurrecto y el equipo de Armengol: en la tarde y la noche de ayer tres representantes de la delegación balear reconocían a este diario que Sánchez no había informado de sus intenciones para Balears. Eso sí, entre los compromisos aprobados ayer figuran promesas a las islas que se parecen mucho a las de siempre: el PSOE se compromete a mejorar la financiación de las comunidades peor tratadas por el sistema de reparto autonómico y potenciar un régimen fiscal especial para las islas.