Pese a que el Govern no tiene competencias sobre el aeropuerto palmesano, el conseller Marc Pons esgrimió ayer las medidas que su departamento ha tomado durante los últimos meses para demostrar el interés que estas instalaciones despiertan en el Ejecutivo autonómico, tanto en lo referente a mejorar el tráfico en la zona como en la lucha contra el intrusismo.

Para empezar, el titular de Movilidad alegó que el creciente número de vuelos y pasajeros que se registra en Son Sant Joan y la fuerte afluencia de vehículos que ello genera en estas instalaciones solo se puede afrontar potenciando el transporte colectivo público, y en este sentido recordó la reciente creación de las líneas de autocar que han pasado a conectar estas instalaciones con algunas de las principales zonas turísticas de la isla.

En este sentido, valoró el incremento que se está registrando entre los usuarios de este servicio a medida que se va a dando a conocer su existencia.

Defensa del tranvía

Según Marc Pons, con el tiempo deberá recuperarse el proyecto de crear un enlace entre Son Sant Joan y la estación intermodal de Palma mediante un tranvía, que se planteó en pasadas legislaturas pero que posteriormente fue abandonado.

El conseller también puso en valor el decreto sobre transporte redactado por su departamento y que recientemente contó con el apoyo de todos los grupos políticos del Parlament. Entre otras iniciativas, en él se determina que solo los taxis podrán contratar sus servicios en la vía pública, lo que ha reducido de forma sustancial la presencia en el aeropuerto de empresas de minibuses que captaban a los turistas en el hall de Son Sant Joan, generando fuertes tensiones con los taxistas.

Marc Pons defendió que el problema del intrusismo en esta zona ha desaparecido prácticamente en su totalidad, al aumentar además la vigilancia que se mantiene en el aeropuerto en relación a este tema.