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Análisis

Un testimonio que el PP no debe obviar

Resulta descorazonador comprobar cómo la corrupción se había instalado en lo que podemos llamar el sistema y cómo los responsables policiales y políticos de estas islas habían sucumbido a ella...

Resulta descorazonador comprobar cómo la corrupción se había instalado en lo que podemos llamar el sistema y cómo los responsables policiales y políticos de estas islas habían sucumbido a ella. Lo de menos es la forma que tuvieran estas extorsiones de los empresarios para conseguir que quienes deben velar por los intereses de los ciudadanos lo hicieran por los de unos particulares que solo pensaban en su propio beneficio. Orgías sexuales, drogas, palizas a testimonios que pueden comprometer, y sobres con comisiones conforman un compendio de acciones con aroma de delito que se habían convertido en regla general en nuestra sociedad y que solo ahora han saltado a la palestra, aunque para algunos eran un secreto a voces, como ocurría en su día con los manejos de partidos como UM.

Los testimonios, a los que el juez del caso Cursach concede gran credibilidad, nos desvelan que, a nivel policial, los corruptos habían llegado a lo más alto. Ahí es nada ver a dos jefes de la Policía Local de Palma cobrando en especie, dos jefes de la Policía Local de Palma cobrando en especie, para ver satisfechos sus más oscuros deseos sexuales, y con sobres con dinero por hacer la vista gorda sobre posibles irregularidades de los negocios del empresario del ocio.

La Policía está en el camino de depurar sus filas, aunque queda todavía un largo trecho que recorrer para podar el cuerpo de miembros infectados por la corrupción.

Con las revelaciones de ayer, al que le queda mucho que investigar es al PP balear, que no debe obviar las acusaciones que se le imputan a alguien como Álvaro Gijón, que sigue siendo, no hay que olvidarlo, diputado en el Parlament y concejal en Cort. Con Rodríguez apartado de la primera línea de influencia, Biel Company y Marga Durán no se pueden permitir que haya una sombra de duda sobre un cargo destacado del partido, si de verdad aspiran a hacer creíble la regeneración de su partido.

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